Valencia (Viernes, 03-05-2019, Gaudium Press) El 3 de mayo se celebra en varias ciudades españolas y países latinoamericanos la «Fiesta de la Cruz de Mayo» o «Fiesta de las Cruces». Esto en memoria del madero donde murió Jesús: la Cruz, que es el signo más significativo del Cristiano del que habla San Mateo en el Evangelio: «Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viviendo sobre las nueves del cielo, con poder y gran gloria».
Valencia es una de las ciudades españoles que se une a la «Fiesta de las Cruces» de una manera especial: instalando cruces adornadas con flores en varios puntos de la localidad.
Foto: AVAN. |
Este año lo hizo con 49, que fueron confeccionadas por los distintos participantes con diferentes clases de flores, naturales y frescas, también secas; además de plantas, piedras e, incluso, han añadido en algunas juegos de agua.
La celebración, que hoy tiene un importante arraigo popular, es una iniciativa a modo de concurso de la sociedad cultural ‘Lo Rat Penat’ de Valencia, que cuenta con la colaboración del ayuntamiento de la ciudad.
Celebración que data del siglo IV
Aunque la celebración de la Cruz de Mayo en Valencia tiene un sentido popular, su origen no, ya que data del siglo IV en la época del emperador Constantino I, llamado «El Grande».
De acuerdo con una antigua la tradición, se dice que el emperador, antes de enfrentarse a los bárbaros a orillas del Danubio, tuvo una visión en el cielo donde vio una cruz sobre la cual decía: «Con esta señal vencerás».
Cuentan que Constantino mandó construir una gran cruz que luego fue puesta y llevada frente a su ejercido durante la batalla, saliendo vencedor de tal acometida.
Narran que tiempo después el propio emperador solicitó a su madre, Santa Elena, buscar el leño de la cruz donde Jesús fue crucificado. La madre de Constantino, en el año 326, salió rumbo a Jerusalén y con la ayuda de algunos sabios sacerdotes halló en el Monte Calvario tres maderos ensangrentados.
Cuenta la tradición que para saber cuál de ellos era el de Nuestro Señor Jesucristo, la santa pidió a tres enfermos tocar uno por uno los tres maderos, notando que uno en particular los sanaba.
Desde entonces se recuerda ese hecho con la fiesta de la Santa Cruz, que se conmemora en dos ocasiones en el año: el 3 de mayo, cuando se recuerda su descubrimiento; y el 14 de septiembre, Fiesta de la Exaltación.
Relatan también que Santa Elena llevó a Roma, desde Jerusalén, la escala santa del pretorio de Pilato (Ver: El 11 de abril reabren la ‘Scala Santa’ de Roma. Por estos pasos subió Jesús antes de ser condenado a muerte); así como importantes reliquias de la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo, como son fragmentos de la Santa Cruz, dos espinas de la Corona, uno de los clavos y el letrero de la Crucifixión INRI, que significa «Jesús Nazareno, Rey de los Judíos». Estas reliquias se encuentran en la Basílica de la Santa Cruz en Jerusalén de la Ciudad Eterna (Ver: Las reliquias de la Pasión: una visita a la Basílica de la Santa Cruz en Jerusalén, Roma)
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Con información de AVAN.
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