Melbourne (Jueves, 06-06-2019, Gaudium Press) Circula cada vez más, por su verosimilitud, la historia del parecido no meramente coincidencial que hay entre la acusación que tiene entre rejas al Cardenal George Pell mientras se resuelve su apelación, y el relato sobre un abuso cometido en 1998 aparecido en la revista Rolling Stone en el 2011.
«¿Cuál es la diferencia entre este relato de abuso sexual infantil en una iglesia católica en Filadelfia y la evidencia presentada por el único acusador en el caso de la corte victoriana que condenó al Cardenal George Pell por abusar sexualmente de un niño del coro de trece años en la catedral de San Patricio, Melbourne, en 1996? No mucho», afirma Keith Windschuttle, editor en jefe de Quadrant Magazine, periodista e historiador.
Hay similitudes en el lugar descrito del posible abuso, en el supuesto momento -tras la misa dominical-; también en circunstancias particulares como el que el supuesto abusado tomó vino en la sacristía; en que el supuesto abusado asistió a la celebración de la misa; y en varios otros detalles específicos escabrosos.
Para el editor Windschuttle, las dos historias, la narrada por Rolling Stone y la del único acusador del Cardenal Pell, «son tan cercanas de ser idénticas que la probabilidad de que la versión australiana sea original es más inverosímil».
La afirmación de Windschuttle no implica ninguna acusación de falsedad deliberada en el único acusador del purpurado. Este perfectamente puede estar repitiendo historias que se han construido en su mente en interlocución directa o indirecta con el relato de Rolling Stone, en lo que en psicología se conoce como «falsa memoria».
Por lo demás, la profundización en las acusaciones por las que el purpurado fue condenado en primera instancia -pero en un segundo juicio, tras uno primero en que la mayoría del jurado lo absolvió- revela para muchos inconsistencias estructurales. (SCM)
Deje su Comentario