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Salta (Martes, 23-07-2019, Gaudium Press) Con el lema «Caminemos juntos, como Iglesia peregrina, hacia delante», han comenzado en Salta, Argentina, los festejos en honor al Señor y la Virgen del Milagro. Los homenajes, que terminarán el 15 de septiembre cuando los salteños renueven el Pacto de Fidelidad a sus patronos, fueron abiertos el sábado 20 de julio con la entronización de las imágenes de Nuestro Señor y María Santísima en el altar mayor de la catedral basílica de Salta.
La entronización estuvo enmarcada por una solemne Eucaristía que presidió el Arzobispo de Salta, Mons. Mario Antonio Cargnello, quien durante la homilía, refiriéndose a las lecturas proclamadas, señaló:
«Este día que comenzamos la fiesta del Señor y la Virgen, queremos que sea un tiempo en el cual nos dejemos enseñar por Él. Jesús que ve que la gente lo rodea, dice que se puso a enseñarles. También nosotros estamos rodeándolo a Él, y con él a su Madre, y necesitamos ser instruidos por el Señor».
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| La fiesta del Señor y la Virgen del Milagro concrega cada año a miles de fieles / Foto: FB-Catedral de Salta. |
Posteriormente, añadió: «Que Él nos dé esa palabra que abre un horizonte nuevo, que da sentido a nuestra vida, esa palabra que entra en el corazón de nuestra vida personal, de nuestras familias, de nuestros grupos de trabajo, de amistad, de nuestro pueblo, de nuestra provincia, de la nación entera».
Hablando sobre el lema de las fiestas al Señor y Virgen del Milagro 2019, el Arzobispo de Salta llamó a caminar juntos para que Jesús, con la Virgen María, «nos instruya y que nuestra Iglesia sea una Iglesia más misionera», ya que «la Iglesia vive de Jesús, aprende de Jesús, se alimenta de Jesús (…) Jesús es el enviado del Padre (…) Es nuestro sostén, nuestro bastón, nuestro camino, nuestra verdad, nuestra vida».
«Él, que conoce nuestro corazón, nos va enseñar que la vida vale la pena cuando se da como la de Él, cuando se entrega, cuando no se mezquina, cuando no se quiere apropiarla; sino cuando se sale de sí, se aprende a darse. Ahí nace el impulso misionero y la pasión misionera de la Iglesia», continuó Mons. Cargnello.
En otro momento, mirando a María como Madre, el prelado llamó a «proclamar el Evangelio de la Vida», la dignidad de la vida desde el momento de la concepción: «Tenemos que hacerlo comprometiéndonos a ser servidores, tratando bien a los niños, educándolos, acompañando a la chica que está embarazada, celebrando con ella el don de la vida, ayudando a la que está en duda, para que se le abra el horizonte, no tenga miedo, porque el Señor es rico en generosidad, más cuando la mujer se abre al don de la vida».
Las celebraciones continuarán en lo que queda de julio hasta el 3 de septiembre con la peregrinación a las instituciones. El día 30 de agosto se vivirá la fiesta del milagrito con los prejardines y jardines infantiles, evento que tendrá lugar en el atrio de la Catedral de Salta. Mientras que el 31 de agosto será la conmemoración del milagro de la infancia y de la catequesis en la mañana, y en la tarde el milagro juvenil, esta última fiesta tendrá lugar en el Estadio DELMI.
Ya del 6 al 14 de septiembre será la novena en honor al Señor y la Virgen del Milagro que se celebrará en la Catedral durante las misas. El viernes 13 de septiembre será la solemnidad de la Bienaventurada Virgen del Milagro, el día 14 la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, y el 15 de septiembre, la solemnidad del Señor del Milagro que estará marcada por una Eucaristía, la procesión y renovación del Pacto de Fidelidad de la ciudad.
Los orígenes de las celebraciones datan de 1962. Ese año, durante septiembre, intensos terremotos sacudieron parte de lo que hoy es Salta, afectando la población. Cuenta la historia que por entonces el Padre José Carrión mandó sacar a las calles una imagen de Cristo Crucificado que un siglo atrás había llegado al templo procedente de España, pero que había quedado en el olvido.
Dicen al hacer visible al Crucificado por las calles cesaron los movimientos telúricos, y que al regresar al templo, quienes habían participado en aquella procesión, vieron cómo la imagen de Nuestra Señora era la única que había permanecido intacta.
Desde ese momento ambas imágenes, la del Señor y la Virgen del Milagro, salen de la Catedral de Salta, en memoria del suceso.
Con información de Arzobispado de Salta.
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