Menú 
Ciudad del Vaticano (Jueves, 22-08-2019, Gaudium Press) El Papa Francisco, en su catequesis realizada durante la Audiencia General de esta miércoles, 21 de julio, prosiguió con sus comentarios sobre los Hechos de los Apóstoles hablando sobre lo que denominó de «comunión integral en la comunidad de los fieles».
La audiencia fue realizada en la Sala Pablo VI donde el Papa recibió los cerca de siete mil peregrinos que comportan la sala.
Conversión y Bolsillo
Para el Papa, la comunidad cristiana nace de la efusión del Espíritu Santo y crece gracias al fermento del compartir entre los hermanos en Cristo:
«Se trata de un dinamismo de solidaridad que edifica la Iglesia como familia de Dios, donde la experiencia de la koinonia es un elemento central», dijo.
Koinonia
Koinonia es una palabra griega, que significa colocar en común, compartir, comulgar.
Antes que nada ella se refiere a la participación en el Cuerpo y Sangre de Cristo, y que puede ser interpretada como la unión fraterna y también en la comunión de los bienes materiales:
«La señal de que su corazón se convirtió es cuando la conversión llegó al bolsillo. O sea, allí se ve si una persona es generosa con los otros, si ayuda a los más pobres: cuando toca el propio interés. Cuando la conversión llega allí, está seguro de que es verdadera», afirmó Francisco.
Nueva modalidad de relación
Esta koinonia o comunión se configura como la nueva modalidad de relación entre los discípulos del Señor: el vínculo con Cristo instaura un vínculo entre hermanos.
Para el Pontífice, ser miembro del Cuerpo de Cristo torna a los fieles corresponsables unos por los otros. Ser indiferente, no preocuparse por los otros, no es cristiano.
Por eso, los fuertes amparan a los débiles y nadie experimenta la indigencia que humilla y desfigura la dignidad humana.
Koinonia e hipocresía
Como ejemplo concreto de compartir y comunión de bienes, Francisco citó el testimonio de Bernabé: él posee un campo y lo vende para ofrecer el dinero a los Apóstoles.
Pero a lado de su ejemplo positivo hay otro tristemente negativo: Ananías y su mujer Safira, al vender el terreno, deciden entregar solamente una parte a los Apóstoles y quedarse con la otra.
«La hipocresía es el peor enemigo de esta comunidad cristiana, de este amor cristiano: hacer de cuenta de querer bien, pero buscar solamente el propio interés».
Faltar con la sinceridad del compartir, agregó el Papa, significa cultivar la hipocresía, alejarse de la verdad, tornarse egoístas, apagar el fuego de la comunión y destinarse al hielo de la muerte interior:
«Quien se comporta así transita en la Iglesia como un turista, hay tantos turistas en la Iglesia que están siempre de pasada, jamás entran a la Iglesia: es el turismo espiritual que hace que piensen ser cristianos, pero son solamente turistas de catacumbas. No debemos ser turistas en la Iglesia, sino hermanos unos de los otros».
Conclusión
«Que el Señor derrame sobre nosotros su Espíritu de ternura, que vence toda hipocresía y coloca en circulación aquella verdad que nutre la solidaridad cristiana, la cual, lejos de ser actividad de asistencia social, es una expresión irrenunciable de la naturaleza de la Iglesia que, como madre llena de ternura, cuida de todos los hijos, especialmente de los más pobres». (JSG)
(De la Redacción de Gaudium Press, con informaciones de Vatican News)
Deje su Comentario