domingo, 19 de mayo de 2024
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San Pío de Pietrelcina evitó milagrosamente que San Giovanni Rotondo fuera bombardeado en la Segunda Guerra Mundial

San Giovanni Rotondo (Martes, 24-09-2019, Gaudium Press) Entre los numerosos relatos de sucesos extraordinarios relacionados con la vida y ministerio de San Pío de Pietrelcina, uno de los menos conocidos es el episodio del «monje volador», un relato ofrecido por los pilotos aliados que debieron haber bombardeado el pueblo donde se ubicaba el monasterio del Santo sobre la intervención sobrenatural que frustró la operación militar.

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San Pío de Pietrelcina junto a soldados estadounidenses.

El religioso ya había prometido a los fieles que el pueblo sería preservado de los bombardeos, pero no había mencionado cuál sería el medio por el cual Dios obraría esta protección. Los pilotos que debía ejecutar las órdenes de bombardeo comenzarona reportar que, cada vez que se aproximaban a San Giovanni Rotondo, veían la figura de un monje en medio de las nubes que impedía su paso y que incluso las aeronaves giraban sin orden del piloto para evitar el bombardeo. Las bombas eran liberadas sin explicación en áreas despobladas y las operaciones eran abortadas sin remedio.

Los reportes llegaron al Comandante General de la USAF, General Nathan F. Twining, quien decidió participar él mismo en un bombardeo a San Giovanni Rotondo y superar lo que él consideraba una superstición de los pilotos, a pesar de que los reportes provenían de personas de diversas nacionalidades y religiones distintas. El Comandante vio con sus propios ojos el fenómeno, y padeció el milagroso sabotaje teniendo que dejar, como los anteriores pilotos, la misión sin haber bombardeado el lugar.

El General Twining escucho hablar posteriormente de San Pío, y decidió ir a conocerlo junto a varios pilotos de ese escuadrón de bombardeo. Los pilotos reconocieron al sacerdote como el misterioso monje volador y el religioso saludó al General con su humor característico: «Así que usted es quien deseaba destruir todo». El General recordó al Santo como un amigo después de ese encuentro.

Con información de Aleteia y Caccioppoli.

 

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