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Tokio – Japón (Lunes, 14-10-2019, Gaudium Press) Mons. Isao Kikuchi, Arzobispo de Tokio, espera que la visita del Papa Francisco al Japón represente un llamado a la vida y la esperanza en un país donde la natalidad es cada vez más baja y el suicidio es común entre los jóvenes.
Él espera que la visita sea más que una simple advertencia sobre el uso de armas atómicas.
«Proteger cada Vida»
Francisco estará en Tailandia del 20 al 23 de noviembre y en seguida visitará, hasta el día 26 del mismo mes, Japón, que tiene cerca de 440 mil católicos, o sea, 0,3% de la población.
El Papa visitará Hiroshima y Nagasaki y tendrá también una reunión con el Emperador Naruhito y el Primer Ministro, Shinzo Abe, en Tokio.
Habrá también una Santa Misa en Tokyo Dome. El viaje deberá ser realizado bajo el signo del lema «Proteger cada vida», escogido por el Pontífice.
Relativización de la Vida
Conforme informa Asia News, el arzobispo de Tokio afirmó que «el gobierno está esperando alguien como el Santo Padre, que con fuerte voz moral tome un claro posicionamiento contra las armas nucleares».
El arzobispo reitera su pensamiento de que «hoy el ‘Evangelio de la vida’ es realmente necesario en la sociedad japonesa, donde la vida humana no es respetada, los seres humanos son evaluados en cuanto pueden contribuir a la sociedad y las personas deficientes son puestas al margen».
El trato con la Vida
A propósito de la cuestión del trato con la vida, Mons. Isao Kikuchi, recordó el atentado ocurrido en julio de 2016, cuando «un joven atacó una estructura de apoyo social en Sagamihara (Yokohama) y mató 19 personas con deficiencia».
Para justificar su crimen, el asesino dijo que «las personas con deficiencia no contribuyen en nada para la sociedad y, por tanto, deben ser exterminadas».
Mons. Kikuchi además señaló, según Asia News, la alta tasa de suicidios en el país: «de 1998 hasta hoy, más de 20 mil, a veces más de 30 mil personas cometen suicidio en Japón todos los años».
El arzobispo advirtió que el «aislamiento, la pobreza, la falta de respeto por la vida humana e incapacidad de encontrar esperanza están matando a las personas».
Baja tasa de natalidad
También explicó que la baja tasa de natalidad y la gran cantidad de personas de la tercera edad crea presión en los migrantes, que «tienen dificultad de integrarse a la sociedad japonesa y se sienten aislados». Como es el caso del nigeriano que «murió de hambre después de varios días de huelga de hambre por causa de su prisión prolongada en uno de los centros de detención de Nagasaki».
Vida y Esperanza
Para el Prelado, «A un país así, el Santo Padre llevará un mensaje de amor y esperanza, para hacernos comprender que todos somos amados por nuestro Creador y, así, podemos todavía encontrar esperanza para el futuro».
«Él viene de visita con un mensaje de respeto por las vidas humanas, para que todos podamos ser incluidos en la sociedad y toda vida humana pueda recibir el debido respeto y atención», agregó.
(JSG)
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