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Champion (Martes, 15-10-2019, Gaudium Press) En 1859 una aparición de la Santísima Virgen se registró en el poblado de Champion, estado de Wisconsin, Estados Unidos. Con un mensaje de notable sencillez, la Madre de Dios pidió a su vidente, una mujer inmigrante belga, profundizar su vivencia de la fe y trabajar para catequizar a los creyentes locales e invitarlos a acercarse a los sacramentos. Las apariciones fueron certificadas por el Obispo de Green Bay, Mons. David Ricken, en 2010, tras una investigación de 18 meses. En una entrevista concedida a Catholic World Report, el prelado recordó algunos detalles de este proceso.
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| Oratorio de Nuestra Señora del Buen Auxilio en Champion, Estados Unidos. Foto: P. Sean Connolly. |
Mons. Ricken no conocía sobre las apariciones, pese a ser objeto de veneración local y fuerte convencimiento de los fieles, por ser una devoción muy local. Sin embargo el Obispo predecesor, Mons. David Zubik, había iniciado una investigación y dejó encomendada la tarea a su sucesor en una carta. «Asumí erróneamente que era responsabilidad de la Santa Sede realizar este estudio, pero aprendí que no darán un paso hasta que el obispo diocesano declare su aprobación, lo que realmente me sorprendió», comentó el prelado.
«Tomó 18 meses. Comenzamos reuniendo todos los documentos y registros históricos, y presentamos esta evidencia a los expertos en teología. Tardaron aproximadamente un año en evaluarlo», relató el Obispo, quien describió que la decisión final queda en manos del prelado tras recibir los informes de los investigadores. «Las apariciones y el mensaje aquí en Champion fueron muy fáciles de evaluar. No fue difícil determinar la solidez de la doctrina de la aparición de María aquí. Es tradicional y ortodoxo. El mensaje es muy sólido, no engaña a las personas y no hay fenómenos sospechosos o extraños que rodeen el santuario. No hay frutos malos asociados con él. Es un hermoso mensaje necesario para nuestro tiempo».
En sus apariciones, la Santísima Virgen se presentó como «la Reina del Cielo, quien reza por la conversión de los pecadores, y deseo que tú hagas lo mismo». La Madre de Dios elogió a la vidente por haber recibido la Santa Comunión en la mañana del portento y la motivó a un aconversión más profunda. «Pero debes hacer más. Haz una confesión general y ofrece la comunión para la conversión de los pecadores. Si no se convierten y hacen penitencia, mi Hijo estará obligado a castigarlos».
La Santísima Virgen dio instrucciones de reunir a los niños e instruirlos para garantizar su salvación. «Enséñales su catecismo, cómo signarse con el signo de la Cruz y cómo acercarse a los sacramentos; eso es lo que deseo que hagas. Ve y no temas a nada. Te ayudaré». Esta labor de educación católica se materializó en la Academia Santa María ubicada junto a la Capilla levantada en honor de la Santísima Virgen. Doce años después de la aparición, el lugar estuvo gravemente amenazado por un vasto incendio forestal y fue milagrosamente preservado con un fuerte aguacero, con los daños de las llamas llegando hasta la cerca del Santuario en medio de una notable devastación.
«Esto es algo que la Iglesia necesita, esto es algo que el mundo necesita», afirmó el Obispo sobre su decisión de certificar el carácter sobrenatural de los hechos. «Y ciertamente no quería interponerme en el camino de lo que la Santísima Madre quiere. (…) Tiene sentido que el Cielo quiera que este mensaje sea entregado al mundo, especialmente en el contexto directo de los pioneros en el Medio Oeste de Estados Unidos en riesgo de perder la fe en un nuevo país sin estructuras parroquiales establecidas cerca de ellos todavía. No hay nada en el mensaje que sea contrario al Depósito de la Fe. Es simple pero profundo, y creo que el mundo necesita escuchar este mensaje, especialmente en nuestros días».
Con información de Catholic World Report.
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