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Washington (Miércoles, 16-10-2019, Gaudium Press) Irena Sendler: no era más sino una católica, pero alguien en quien la fe y seguramente la vida de piedad generó actos heroicos, como los que serán el eje del próximo film que llevará su nombre, protagonizado y co-producido por una famosa actriz de origen israelí, Gal Gadot.
Irena era trabajadora social de 29 años cuando los alemanes ocuparon Varsovia en 1939. Un año después los judíos de esa ciudad, alrededor de 400.000, eran apiñados en el Ghetto de Varsovia, reducto de solo 1,3 millas cuadradas cercado por una pared con alambre de púas. Las condiciones de salubridad eran horrorosas, la comida escasa. Soldados alemanes custodiaban a una atemorizada población que sentía que estaba destinada a morir.
Arriesgando su seguridad, Irena se las ingenió para sacar niños judíos de esa ciudadela-cárcel. Los llevaba a hogares cristianos o instituciones de monjas católicas. Los sacaba en ambulancias, a través de un juzgado ubicado en el límite del Ghetto, por el sistema de alcantarillado, de diversas maneras.
Cerca del Ghetto había una iglesia cristiana: a veces un niño entrenado para rezar con convicción algunas oraciones cristianas, encontraba en ello su pasaporte a la libertad. Se estima que Irena y sus asociados pudieron salvar cerca de 2.500 niños judíos.
En octubre de 1943, Irena fue arrestada y condenada a muerte, pero el soborno de la resistencia a los guardias de la prisión, obtuvo su liberación en febrero de 1944. Antes de ser capturada, Irena había sido cuidadosa en ocultar toda la información que hubiese revelado detalles sobre la red de escape de niños judíos.
Diversas asociaciones judías le hicieron los más altos reconocimientos. El Estado de Israel le otorgó la ciudadanía honoraria en 1991. Vivió hasta los 98 años; murió en el 2008.
Y ahora una película expondrá al mundo su vida.
Con información de The Catholic World Report
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