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Redacción (Viernes, 25-10-2019, Gaudium Press) Ayer, 24 de octubre, la Iglesia celebró a San Antonio María Claret.
Por feliz coincidencia, octubre es el mes de las Misiones y San Antonio María Claret siempre estuvo ligado a las Misiones católicas.
Y su ligación con las Misiones llegó a tal punto que él fue llevado a fundar dos Comunidades Misioneras: la Comunidad de los Misioneros del Corazón de María, hoy llamados Misioneros Claretianos, y las Misioneras Claretianas.
Claret y Misiones para un claretiano
Sobre Claret y Misiones oímos al Padre Brás Lorenzetti, Párroco de la Iglesia del Inmaculado Corazón de María, localizada en el Barrio de Higienópolis, en la capital paulista.
Y el Misionero Claretiano no podría dejar de discurrir sobre su fundador y sobre las Misiones:
«Octubre es el mes de las misiones y, en este año, él fue declarado ‘Mes Misionero Extraordinario’. El objetivo de este mes extraordinario, dijo el Padre Brás, es decir a todos nosotros cristianos que, por el hecho de ser bautizados somos también misioneros. La comunidad de los fieles es también invitada a retomar un nuevo impulso misionero, colocando la misión de Jesús en el corazón de la Iglesia».
Para el Párroco de la Iglesia del Corazón de María, su Fundador, San Antonio María Claret (1807-1870) que fue un gran misionero del siglo diecinueve, «es el que nos inspira en esa propuesta misionera».
Características de San Antonio María Claret
Además de la característica devoción a Nuestra Señora que sabemos haber sido una de las marcas de la espiritualidad del santo catalán, el Padre Brás recordó que «una de las características que definen a San Antonio María Claret es el hecho de él haber tenido una profunda experiencia de Dios, que lo llevó a una opción radical por Jesucristo y su Reino».
Sin embargo, resaltó, «lo que más caracteriza a nuestro Santo es su anhelo misionero que lo animó durante toda su vida: el deseo de predicar misiones, de ser enviado a los lugares más difíciles, de sufrir por la misión, todo esto estuvo presente en su vida.»
«Sabemos que Claret poseía muchas habilidades y una capacidad inmensa de trabajo, entretanto, el hilo conductor del cual todo partía y para donde todo convergía era su vocación misionera».
«San Antonio María Claret soñaba con una Iglesia ágil, desprendida, en permanente misión».
Y ese sueño le hizo organizar un grupo de sacerdotes con la finalidad de predicar misiones.
Radicalidad y Confianza
El Padre Brás recuerda que «el tiempo fue pasando, el grupo creció al punto de tornarse una Congregación Religiosa de Misioneros, hoy presente en más de sesenta países».
Y él nos cuenta que «la radicalidad de Claret en el seguimiento de Jesús, andando a pie, enfrentando intemperies, desprendido de todo y no aceptando recompensa por la predicación, todo eso nos hace pensar en la confianza que debemos tener en la fuerza de la Palabra en la predicación».
Santo adelantado a su tiempo…
«Al mismo tiempo en que Claret imitaba con radicalidad a los apóstoles, él también usaba lo que había de más creativo y actualizado en su época para que la Buena Nueva llegase al corazón de las personas.
Por eso Claret es considerado un santo al frente de su tiempo:
Escribía mensajes en hojas sueltas, -una especie de recado para las personas apuradas-, pequeños libros para que las personas llevasen consigo y pudiesen consultar todo el tiempo; promovía el intercambio de libros comunes por libros religiosos e instructivos, además de escribir un devocionario que educó generaciones (Camino Recto)».
Seguir a Claret
Encerrando sus palabras, el Padre Lorenzetti además habló de las misiones y de su Fundador: «Con Claret aprendimos el entusiasmo por la misión por todos los medios posibles, atendiendo siempre a lo más urgente, oportuno y eficaz.»
(JSG)
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