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Bogotá (Viernes, 06-11-2009, Gaudium Press) En el lugar donde nació la comunión anglicana y sin que se haya publicado la anunciada Constitución Apostólica -documento que detallará las estructuras canónicas para el retorno de los anglicanos a Roma- un grupo de obispos, sacerdotes y laicos representantes de la Comunión Anglicana Tradicional (TAC, por sus siglas en inglés) de Gran Bretaña, aceptaron, de forma unánime, el ofrecimiento que hizo el Papa Benedicto XVI de abrir las puertas de Roma para aquellos anglicanos que desean la plena comunión con la Iglesia católica.
En un comunicado, la asamblea británica de la TAC señaló que «la buena asistencia a la asamblea fue un encuentro lleno de gracia, donde todos los asistentes estuvieron movidos por el Espíritu Santo (…), y a estar en completo acuerdo y de una sola mente». También expresó su agradecimiento al Sumo Pontífice por la próxima Constitución Apostólica que favorecerá el encuentro de los anglicanos con la Santa Sede, e invitó al primado y al colegio de los obispos de la Comunión Anglicana Tradicional a tomar las medidas necesarias para aplicar esta Constitución.
El documento Pontificio, que estará listo muy prontamente, se dirigirá a todos los anglicanos del mundo que quieran estar en plena comunión con el Papa. Se rumora que muchos de los anglicanos están esperando su publicación para decidir si aceptan o no la oferta de Benedicto XVI.
De acuerdo con el cardenal William Joseph Levada, prefecto para la Congregación de la Doctrina de la Fe, algunos de los puntos que se incluirán dentro del texto de la Constitución Apostólica serán: el clero anglicano que ya esté casado podrá ejercer su ministerio, pero no podrá llegar a ser obispo, los seminaristas estudiarán con el clero católico y podrán acudir también a centros de su tradición. Así mismo, las comunidades de tradición anglicana podrán mantener la riqueza de su liturgia, las festividades que conmemoran, elementos de su misal, entre otros puntos.
Los encargados de velar por la aplicación de ésta Constitución serán las Conferencias Episcopales de cada país, de acuerdo con las realidades concretas de cada región.
La Iglesia anglicana fue fundada en 1534 cuando el rey Enrique VIII de Inglaterra rompió relaciones con la Iglesia católica, con ocasión del divorcio de su esposa, Catalina de Aragón.
Por Sonia Trujillo
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