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Miami (Martes, 10-12-2019, Gaudium Press) Mons. Silvio José Báez, Obispo auxiliar de Managua, quien es una de las figuras más notables de la Iglesia en Nicaragua durante la represión oficial a las protestas en contra del régimen del presidente Daniel Ortega, celebró con la comunidad nicaragüense la Solemnidad de la Inmaculada Concepción, venerada en su país como la Purísima. El prelado, quien fue llamado a Roma tras recibir amenazas de muerte, recordó que el poder terreno es transitorio y animó a los fieles a continuar dando testimonio de la fe y confiando en el poder de Dios.
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| Mons. Silvio José Báez, Obispo auxiliar de Managua. Foto: Coraliam069. |
«Lo que le sucede a la Iglesia en Nicaragua es lo mismo que le sucede a la Iglesia Católica en la historia de la humanidad», predicó el Obispo sobre la situación de represión padecida por la Iglesia y los actos de violencia en contra de creyentes, sacerdotes y religiosos. «Lo importante es que nosotros los cristianos no experimentamos estos momentos como víctimas, ni con venganza, odio o resentimiento. Lo vivimos como una oportunidad para dar testimonio de Jesucristo».
El prelado aseguró que en los momentos de prueba son ocasiones en que «nos fortalece en la fe y nos ayuda a crecer en la confianza en el Señor para no disminuir nuestro ministerio de verdad, de paz y justicia». También hizo un llamado para que el gobierno deje de emplear un lenguaje agresivo y los líderes reflexionen sobre el legado que buscan dejar para la nación. «Es importante encontrar un significado para la vida, para poder decir al final: valió la pena vivir y la gente me recuerda no con odio o resentimiento, sino con gratitud», propuso Mons. Báez. «Creo que es hora de pensar de esta manera. Nadie es eterno, incluso el poder termina. Ningún poder es eterno, como dice el Salmo: ‘solo el Señor siempre ha existido y vive para siempre'».
El prelado también descartó que la narrativa oficialista sea escuchada por la comunidad internacional. «En los siete meses que he estado en Europa, he visto que nadie ha creído en esa historia de la Iglesia que quiere el golpe de estado, de los sacerdotes terroristas, de las iglesias que dieron refugio a los que estaban matando a la gente», describió. La celebración se llevó a cabo en la Parroquia de Sant’Agata de Miami, ubicada en las inmediaciones de la zona denominada «pequeña Managua» por la notable presencia de inmigrantes nicaragüenses.
Con información de Fides.
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