Londres (Jueves, 19-12-2019, Gaudium Press) El obispo anglicano Gavin Ashenden, conocido por haber servido como capellán de la Reina Isabel II, será admitido en la Iglesia Católica por el Obispo de Shrewsbury, Inglaterra, Mons. Mark Davies el próximo 22 de diciembre. El anuncio fue calificado como una importante noticia en el año de la canonización del Cardenal San John Henry Newman.
Gavin Ashenden, quien renuncia a su condición de obispo anglicano para abrazar la fe católica. Foto: Ashenden.org. |
Ashenden «hizo todo lo posible para seguir siendo un fiel anglicano y renovar su iglesia madre con el vigor y la integridad de la tradición católica», informó la Diócesis de Shrewsbury en un comunicado oficial, en el que se aclara que el converso renuncia a su dignidad episcopal anterior para asumir la fe católica, en la cual será considerado simplemente como un teólogo laico. Su experiencia le indicó que su confesión religiosa se encontraba «más arraigada en la cultura secularizada que en la integridad y a comprensión de los valores bíblicos, apostólicos y patrísticos».
El acercamiento del prelado anglicano con la fe católica comenzó en los años 80, cuando siendo presbítero viajó a territorios bajo el dominio de la Unión Soviética para ayudar a creyentes católicos y ortodoxos. En particular, contribuyó a seminaristas clandestinos a tener acceso a libros de Teología. Tras la caída del Muro de Berlín, identificó una peligrosa tendencia de un nuevo marxismo que emergió y que puso en riesgo las manifestaciones de fe en la dimensión pública de numerosos países. En este contexto comenzó a ser testigo de capitulaciones por parte del anglicanismo ante las presiones de la cultura occidental, marcadamente secular.
«Vi cómo el anglicanismo sufría un colapso de la integridad interior y se tragaba el descenso de la sociedad secular a una cultura postcristiana», manifestó Ashenden en un artículo redactado para Catholic Herald. «Algunos amigos me han advertido que no encontraré la hierba más verde en el lado católico de la cerca. Por supuesto que no lo haré. La Iglesia Católica enfrenta exactamente la misma crisis espiritual, cultural y política. Pero la peregrinación no se trata de comodidad, se trata de verdad e integridad».
Entre los «detonantes» de su decisión de pedir ser admitido en la Iglesia Católica se encuentra su análisis de los testimonios de numerosas apariciones de la Santísima Virgen. «Mi perspectiva teológica se convirtió en una profunda dependencia del Rosario. Curiosamente, esto fue acompañado por una visita no deseada del mal metafísico que solo el Rosario parecía superar», relató.
«El segundo fue el descubrimiento de los fenómenos de los milagros eucarísticos. El hecho de que fueran desconocidos entre los que celebraron la versión anglicana de la Eucaristía tiene implicaciones obvias», agregó el prelado anglicano. Además, el acercamiento a la Iglesia le permitió descubrir la posibilidad de relacionarse directamente con los Santos. «Es una alegría pertenecer y estar en comunión mística con figuras que siempre he amado, como San Martín de Tours, San Agustín, San Anselmo, y totalmente reconciliado con el Oficio Petrino», comentó Ashenden, quien también incluyó entre sus «compañeros de camino» a San Pío de Pietrelcina, Santa Faustina Kowalska y San Juan Bautista Vianney.
Finalmente, el converso enunció su tercera razón: el Magisterio de la Iglesia. «Frente al asalto cada vez más letal contra la fe en nuestros días y tiempos, descubrí que no había medios teológicos para unir a los anglicanos ortodoxos en la unidad eclesial. Puede encontrar un anglicanismo diferente para cada día de la semana», concluyó el converso. «Me di cuenta (demasiado tiempo después de que Newman y Chesterton ya habían explicado por qué) que solo la Iglesia Católica, con el peso del Magisterio, tenía la integridad eclesial, la madurez teológica y la potencia espiritual para defender la fe, renovar la sociedad y salvar almas en la plenitud de la fe».
Con información de Catholic Herald.
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