Belfast (Viernes, 20-12-2019, Gaudium Press) Los Obispos de Irlanda del Norte se pronunciaron sobre la ley que liberaliza el aborto en el territorio al ser consultados por el gobierno antes de la implementación de la ley. Los prelados, quienes ya habían condenado la norma (ver noticia anterior), declararon que la ley es «injusta» ya que «conduce directa e intencionalmente a la muerte de un niño por nacer». Con el fin de limitar al menos parcialmente los efectos de la norma, los Obispos pidieron respetar la objeción de conciencia de los creyentes e introducir un tiempo de reflexión obligatoria para las madres que consideran solicitar el procedimiento.
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Los prelados condenaron la norma y exigieron imponer límites como la objeción de conciencia. Foto: Wayne Evans |
«Los Obispos católicos de Irlanda del Norte desean dejar en claro que la nueva ley de aborto establecida en virtud de las disposiciones de la Ley de Irlanda del Norte de 2019 es una ley injusta. Como consecuencia, nadie está obligado en conciencia a cooperar con ninguna acción permitida por esta ley que conduzca directa e intencionalmente al asesinato de un niño por nacer», declararon los prelados. «De hecho, todos están moralmente obligados a oponerse a esta ley por objeción de conciencia».
Por este motivo, reclamaron que todos los profesionales de la salud, incluyendo a enfermeros, parteras y auxiliares tengan acceso a la objeción ante el procedimiento de aborto, así como ante los preparativos, consulta, administración o cualquier acto que constituya una participación en la eliminación de la vida humana naciente. Este reclamo incluye también a los farmaceutas y otro personal que se encuentre presionado a administrar fármacos abortivos.
«Quienes recurren a la objeción de conciencia deben estar protegidos de sanciones legales, procedimientos disciplinarios, discriminación o cualquier impacto adverso en las perspectivas de carrera», exigieron los Obispos. «La obstetricia y la ginecología no deben convertirse en el dominio de solo aquellos médicos y otro personal médico que estén dispuestos a participar en los servicios de aborto». De igual manera pidieron preservar las escuelas católicas de la distribución de fármacos abortivos y de la promoción del aborto en los contenidos escolares. «Cualquier inclusión en el currículo escolar de información sobre cómo acceder a los servicios de aborto socavaría fundamentalmente el espíritu católico de nuestras escuelas», alertaron.
Los prelados demandaron que se ofrezcan alternativas auténticas a las mujeres que solucionen situaciones de pobreza, abandono, ausencia de vivienda y que se considere de forma urgente «la inclusión de servicios de asesoramiento apropiados», así como » un período de tiempo significativo para reflexionar cuidadosamente sobre la naturaleza seria de una decisión de abortar». «Toda mujer que esté considerando el aborto tiene derecho a recibir información precisa y apropiada sobre los riesgos involucrados en el aborto, así como el rango de condiciones mentales y físicas que pueden surgir como resultado de haber tenido un aborto», afirmaron los Obispos. Finalmente pidieron un registro preciso de los procedimientos de aborto, así como de los motivos que indujeron a las madres a tomar esa decisión con el fin de que exista «un escrutinio público significativo».
Con información de Conferencia de Obispos de Irlanda.
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