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Ciudad del Vaticano (Sábado, 01-02-2020, Gaudium Press) Con motivo de su visita a la Santa Sede para la Asamblea General de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el Arzobispo de Sídney, Australia, Mons. Anthony Fisher, concedió una entrevista al informativo estadounidense Crux. Como parte de sus declaraciones, el prelado expuso algunas consideraciones sobre el proceso sinodal que se desarrolla en Australia y aclaró que no deben promoverse falsas expectativas sobre el mismo, ya que este proceso está limitado por la doctrina de la Iglesia y encaminado más a la forma como la riqueza de esta doctrina puede ser compartida con los demás.
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| Mons. Anthony Fisher, Arzobispo de Sídney, Australia. Foto: Catholic Weekly. |
«Creo que todas estas asambleas de la Iglesia deben tener en cuenta el riesgo de crear expectativas irreales», alertó el Arzobispo. «Si le dices al mundo, todo está en juego, di lo que quieras decir, cualquier cosa podría suceder, eso no es verdad. Somos receptores de una preciosa tradición, tenemos la revelación de Dios, no todo está en juego». Las falsas expectativas conducen a una mayor confusión y desencanto al final del proceso, explicó.
La discusión debe encaminarse, en lugar de ver hacia dentro, hacia la trasmisión de la fe a los demás. «Creo que hemos pasado por diferentes aspectos de la vida de la Iglesia, como la Palabra de Dios en la vida de la Iglesia. Pero ese (Sínodo) estaba viendo hacia fuera, no (trataba) sobre cómo debería ser la traducción u otros problemas internos, sino qué ofrecemos al mundo», expuso el prelado. «Creo que el resto habla sobre la vida de adoración y sacramento, la vida de servicio y los pobres. Estarían viendo cómo lo hacemos mejor para el mundo».
El prelado expresó sus impresiones sobre los graves incendios forestales que han afectado su país, la necesidad de cuidar la creación de Dios y su interpretación de los comentarios de creyentes que acreditan los desastres naturales a la proximidad del Apocalipsis. «Todos vamos a morir, y vamos a morir pronto. Estoy a punto de cumplir los sesenta y me siento viejo de repente. Ninguno de nosotros vivirá más que unas pocas décadas más. Entonces, en la medida en que estas cosas climáticas impactantes y extremas nos han sacudido un poco, nos hacen pensar: ‘¿Estoy haciendo lo mejor con el tiempo que tengo, estoy haciendo lo mejor para el mundo, para la humanidad, para cada uno otro, para Dios?», comentó. «Si así es como reaccionamos ante la sensación de que esto es apocalíptico, está bien para mí. Si nos lleva a decir: ‘Esto está lejos del cielo, se supone que esto nos asusta’, yo digo que debería. Debería sacudirnos y mejorar las cosas».
Con información de Crux.
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