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Chillán (viernes, 13-11-2009, Gaudium Press) Gran alegría existe en la diócesis de Chillán al conocerse ayer al mediodía, el término de la huelga de hambre que sostenían cuatro docentes como medida de presión extrema frente al conflicto existente entre el gremio de los profesores y el Gobierno. Los huelguistas habían recibido durante la semana la visita del Obispo de Chillán y Presidente del Área de Educación de la CECh, monseñor Carlos Pellegrin.
La manifestación se inició el sábado y finalizó ayer en la tarde. En la ocasión, los docentes leyeron una declaración pública en donde manifestaron su agradecimiento a la compañía y apoyo que tuvieron por parte de la Iglesia, especialmente por el diálogo personal que sostuvieron con el Obispo de Chillán, monseñor Pellegrin y con el vicario de Educación de la diócesis, padre Carlos Espinoza Ibacache.
«Estamos satisfechos porque la decisión de estos profesores conlleva una gran responsabilidad en la búsqueda de favorecer la vida. Yo he venido en nombre del Obispo, para expresarles la alegría que tenemos como Iglesia ante la medida adoptada, pues nos parece saludable para ellos y para sus familias, esperando que haya una solución justa y digna ante sus legítimos reclamos», indicó el padre Espinoza en compañía de los docentes.
Sobre el conflicto, el vicario expresó que la educación es un tema fundamental en el desarrollo de un país y que debe existir una preocupación constante por el bienestar de todos sus actores. «La educación tiene como protagonistas fundamentales a los alumnos, pero debe haber también un reconocimiento a la dignidad de los maestros», señaló.
Finalmente, el presbítero fue enfático en advertir en que la Iglesia no puede aceptar aquellas medidas de presión como una huelga de hambre, ya que atentan contra la salud y la vida de las personas, por lo cual reiteró la alegría de la Iglesia frente al cese de la manifestación.
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