Italia – Florencia (Martes, 24-03-2020, Gaudium Press) Los parroquianos de la Iglesia de San Ángelo Legnaia, en los alrededores de Florencia, hicieron un descubrimiento inesperado.
amás ellos imaginaban que el crucifijo que conducen hace siglos en las procesiones por las estrechas calles y callejones de su ciudadela fuese obra de un gran nombre del arte italiano. Ese crucifijo que veneraban hace tanto tiempo es una obra del artista Donatello, padre de la escultura italiana del siglo XV.
El crucifijo fue sometido a una restauración en 2014 financiada por la Superintendencia Especial de los Museos florentinos y de la ciudad de Florencia para confirmar la intuición del historiador de arte Gianluca Amato. Ese profesional, estudioso de escultura del Renacimiento dedicó su tesis de doctorado a la obra, y a través de análisis técnicos de ejecución, comparación de materiales y de técnicas de trabajo, apuntó la obra como siendo de autoría del renombrado maestro.
Objeto de devoción y no pieza de museo
El Padre Giancarlo Lanforti, párroco de la iglesia de San Ángelo, en Legnaia, explicó a Vatican News que «el crucifijo estuvo ocho años fuera de la parroquia. Considerado el descubrimiento del valor de la obra, temíamos que tuviese que ser transferido a un museo. Envés, para nuestra gran satisfacción, volvió para nuestra comunidad».
Recientemente, el crucifijo fue recolocado en su pared original, el Oratorio de la Compañía de San Agustín para ser restituido a su antigua función litúrgica.
El Crucifijo
El crucifijo fue ejecutado por Donatello entre 1461 y 1466. Tiene 89 centímetros de altura, sus brazos tienen 82,5 de ancho y pesa poco más que 3 kilos, sin contar el peso de la cruz que no es la original. Fue esculpido en una madera muy leve, el álamo. La ligereza de la obra, atribuida también por la presencia de partes internas huecas, tenía como objetivo, de hecho, facilitar su conducción durante las procesiones.
Devoción en tiempos de epidemias
El Padre Lanforti informó también que «el crucifijo era llevado en procesión en los períodos de calamidad y durante las epidemias, como la peste del siglo XV.
Ciertamente fue objeto litúrgico y de devoción durante muchas cuaresmas.
Junto con una imagen de Nuestra Señora venerada en un cruzamiento de nuestro barrio, dijo el sacerdote, y una reliquia de San Aurelio conservada en Legnaia, este crucifijo representa para todos un punto de referencia en los momentos de dificultad».
Coronavirus y la presentación del crucifijo que venció pestes
La presentación al público de este crucifijo tendría la presencia del cardenal arzobispo de Florencia, Giuseppe Betori, y sería realizada el día 6 de marzo. Con todo, por causa de la emergencia del coronavirus, la presentación fue postergada para una fecha no definida.
«En este momento de aprehensión por la epidemia del coronavirus – concluye el padre Lanforti – este crucifijo recuerda a todos la importancia de la oración en los momentos difíciles. Como no será posible realizar las procesiones por motivos de seguridad, difundimos las imágenes de esta obra-prima a todos los parroquianos, acompañadas por la oración del Papa para el momento difícil que estamos viviendo». (JSG)
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