Bogotá (Miércoles, 23-12-2009, Gaudium Press) Desde el 16 de diciembre hasta mañana, los hogares colombianos vienen preparando la llegada del Niño Jesús con el rezo de la novena de Navidad, una tradición que -desde hace aproximadamente tres siglos- se viene realizando en Colombia y parte de Ecuador.
Los orígenes de esta devoción se remontan al siglo XVIII, cuando fray Fernando de Jesús Larrea -sacerdote franciscano nacido en Ecuador, que predicaba en su país y en Colombia- la escribió y envió a Bogotá a solicitud de Clemencia de Jesús Caycedo, fundadora del Colegio de la Enseñanza de Bogotá.
Más adelante, en el siglo XIX, la madre María Ignacia -cuyo nombre de pila era Bertilda Samper Acosta-, religiosa de la Enseñanza y una enamorada de la poesía y de la literatura, compuso los llamados «gozos» (estrofas que se cantan en conjunto), que fueron agregados a la novena y se rezan en Colombia desde ese entonces.
Alrededor de una representación del nacimiento de Jesús -el pesebre-, la familia se reúne para rezar la novena, allí se le da un lugar especial a los niños quienes, en ocasiones, dirigen las oraciones. Al finalizar, se cantan villancicos y se comparte en la mesa con platos típicos, como la natilla y los buñuelos. Este evento, además de tener un carácter religioso, también es de índole social, ya que favorece la unión familiar y el encuentro con los amigos.
Cada día se reza un conjunto de oraciones tales como: Oración para todos los días, oración a la Santísima Virgen, oración a San José, oración del día correspondiente, gozos y oración al Niño Jesús.
Una tradición que ha pasado de generación en generación
En Colombia, la tradición de la novena navideña ha pasado de generación en generación, manteniéndose la esencia de su contenido. En los últimos años se han realizado algunas modificaciones que se adaptan a los tiempos en su terminología y un lenguaje actual que permite que el mensaje se entienda fácilmente. También existen versiones de novenas que están escritas especialmente para los niños.
«Es tradición en muchas de nuestras familias y también en lugares de trabajo, instituciones educativas rezar la novena de Navidad en estos días previos a la Nochebuena. Ante todo es muy importante valorar esta costumbre de reunirse para orar alrededor del pesebre. Ojalá esta tradición de familia se conserve; es hermosa cuando todos participan», fue la invitación que hizo en su momento monseñor Alberto Giraldo Jaramillo, Arzobispo de Medellín, Colombia, en un mensaje que escribió en el 2008, con motivo de la Navidad.
Con el rezo de la novena se evocan los meses previos al nacimiento de Jesús hasta su nacimiento en el pesebre de Belén. «Litúrgicamente la novena se une a las peticiones que hace la Iglesia Universal con las llamadas «antífonas Oh»: Oh Sabiduría… Oh Adonai… Oh renuevo del tronco de Jesé… Oh llave de David… Oh Sol de justicia… Oh Rey de las naciones… Oh Emmanuel… Son pequeñas meditaciones que nos ayudan a conocer mejor al Mesías que esperamos», explicó Mons. Giraldo Jaramillo en dicho mensaje.
Gaudium Press / Sonia Trujillo
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