Chinquinquirá (Jueves, 24-12-2009, Gaudium Press) En Colombia, la devoción a la Virgen María es fundamental en la fe de la gran mayoría de los católicos.
Fiestas como la de la Inmaculada Concepción, -antecedida por la noche ‘de las velitas’-; la de la Virgen del Carmen, patrona de los conductores del país y la de la Virgen de Chiquinquirá patrona de Colombia, entre otras, son algunas de las festividades marianas más importantes que más conmueven a los colombianos.
Así, el próximo 26 de diciembre, Chiquinquirá, la ‘capital religiosa de Colombia’, celebrará la fiesta de la milagrosa renovación del Lienzo de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá.
En las vísperas de tan solemne celebración se llevará a cabo, en la Basílica del municipio, el rezo del Rosario y la novena de la Virgen, a las 6: 00 de la tarde. Luego los devotos podrán asistir también a la misa solemne, en honor a la Virgen Reina de Colombia. Las actividades culminarán con un acto cultural en la Plaza de la Libertad.
Al día siguiente, la fiesta de la Renovación dará inicio a las 9:30 de la mañana con una procesión multitudinaria por las diferentes calles del municipio. A las 11:00 am, se realizará una solemne Eucaristía campal en la Basílica.
El milagro
Cuenta la historia que el lienzo de la Virgen de Chiquinquirá fue pintado entre los años 1560 y 1562 por Alonso de Narváez, a pedido de Antonio de Santana quien hizo el encargo al fraile dominico Andrés Jadraque.
«La pintura se hizo en un lienzo de algodón tejido por los indios, utilizando mezcla de tierra de colores, zumo de hierbas y flores. Como en el lienzo sobraba espacio, Alonso, pintó al lado derecho a San Antonio de Padua, fraile franciscano, por ser el nombre del encomendero; al lado izquierdo pintó a San Andrés, apóstol, por ser el nombre del fraile que lo agenciaba (…). La imagen fue colocada en la capilla pajiza de Suta, donde fray Andrés catequizaba a los indios de la región», informa el sitio web de la Basílica de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá.
El milagro se produjo el día 26 de diciembre de 1586, a las 9 de la mañana, luego de que la devota María Ramos terminara su jornada de oración frente a la pintura, la cual había sido abandonada durante años.
«La imagen de Nuestra Señora estaba en el suelo, de pie, y despedía de si una luz que llenaba de claridad toda la capilla (…) tenía el rostro muy encendido. Toda la pintura estaba renovada completamente. Sin embargo quedaron en el lienzo, los agujeros que antes tenía.», expresa el sitio web.
Desde entonces miles de fieles acuden con gran devoción a venerar a la Virgen de Chiquinquirá.
Gaudium Press / Nathali J. Rátiva M.
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