Uruguay (Lunes, 28-06-2010, Gaudium Press) El último año la Iglesia católica ha reflexionado y orado de manera insistente por las vocaciones en el mundo, especialmente por la gran labor de los sacerdotes, por su fidelidad a Dios y su labor humanitaria.
De este modo, y en el marco de la celebración del Año Sacerdotal, la Conferencia Episcopal de Uruguay (CEU) vive el «mes de vocacional». Tiempo en el que sacerdotes, religiosos y religiosas, entre otros, han estado reflexionando en torno a la importancia no solo de su testimonio, si no de suscitar a su vez nuevas vocaciones.
«Orar para que el Señor envíe vocaciones sacerdotales, religiosas, diaconales y de laicos que se comprometan en el anuncio del evangelio. Promover la oración y sensibilizar a nuestras comunidades cristianas es tarea permanente y desafiante de la pastoral vocacional», expresó monseñor Arturo Fajardo, Obispo de San José de Mayo y Presidente del Departamento de Vocaciones y Ministerios de la CEU.
La pregunta vocacional se suscita (…) a partir de un testimonio de vida que convence»
Indiscutiblemente el testimonio de presbíteros, hermanas, hermanos, misioneros, entre muchos otros ministerios, es de vital importancia a la hora de cultivar en los jóvenes su inquietud vocacional, quienes ven en ellos el verdadero sentido de la vida pastoral, sus bondades, sus sacrificios, su trabajo continuo y solidario con y para con el otro.
«La pregunta vocacional se suscita tantas veces a partir de un testimonio de vida que convence, que le hace a uno descubrir que ese estilo de vida es bello y vale la pena», destaca monseñor. «El compartir la vida, la oración, el trabajo apostólico con sacerdotes religiosos, religiosas, genera interrogantes, preguntas, que bien acompañadas pueden ser el germen de una vocación (…) cuando pienso en el origen de mi vocación no puedo dejar de pensar en algunos cristianos, en especial en algunos sacerdotes que fueron significativos en mi vida», manifiesta.
Dicho testimonio debe ir acompañado, además, de la oración constante por todas las vocaciones del mundo, para que día a día la Iglesia sea cuna y casa de hombres y mujeres dedicados a luchar por un mejor mundo.
«El Papa en su mensaje señala tres aspectos de la vida del presbítero que considera esenciales en un testimonio sacerdotal eficaz: la amistad con Cristo expresada en la oración, el don total de sí mismo a Dios y el vivir en comunión. Decía el Papa Juan Pablo II: «La vida misma de los presbíteros, su entrega incondicional a la grey de Dios, su testimonio de servicio amoroso al Señor y a su Iglesia – un testimonio sellado con la opción por la cruz, acogida en la esperanza y en el gozo pascual- , su concordia fraterna y su celo por la evangelización del mundo, son el factor primero y más persuasivo de de fecundidad vocacional», agregó Monseñor.
Con información de la Conferencia Episcopal de Uruguay
Gaudium Press / Nathali J. Rátiva M.
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