Alpharetta (Miércoles, 21-07-2010, Gaudium Press) ¿Qué la moda y la fe pueden ir de la mano? Esta pregunta podría ser impensable, más aun en un medio donde prima la banalidad, la vanidad y que ofrece un estilo de vida cuya mentalidad se basa en «todo es para mí». Pero, este fue el reto que quiso asumir «Pure Fashion» -«Moda Pura» en español -, un apostolado de los Legionarios de Cristo que consiste en un programa de formación para jovencitas, entre los 14 y los 18 años, que las anima a elegir la virtud sobre el vicio, y en el que se les enseña a proteger su inocencia y la pureza de corazón, por medio de la modestia en el vestir.
De esta iniciativa hizo parte activa Brenda Sharman, actriz de comerciales del sureste de los Estados Unidos, quien tras crecer en una familia agnóstica y quedar en embarazo de su primer hijo, vivencia el milagro de la vida y se acerca a Dios, recibiendo en 1999 los sacramentos del Bautizo, la Primera Comunión y la Confirmación.
La actriz, después de estos acontecimientos, y al darse cuenta que como hija de Dios no podría continuar con su trabajo de modelo -especialmente en una cultura que cada día es más impúdica e indecente-, tuvo que decidir si iba a ser parte del problema o de la solución. Allí nace «Pure Fashion», un programa «en el que las jóvenes se sientan seguras sobre quiénes son y cómo se presentan, recordando siempre su dignidad como hijas de Dios», como explica la misma Brenda Sharman.
A través de la forma de vestir se puede dar un mensaje positivo
Por medio de diferentes cursos, de varios meses de duración y que comprenden clases de expresión oral, usos y costumbres sociales, etiqueta, buen vestir -entendido como un estilo modesto -, además de una formación que desarrolla el deseo de amar y servir a los demás, las jóvenes comprenden que por medio de su forma de vestir pueden dar un mensaje positivo a quienes les rodean.
«Lo que usamos da un mensaje, y no hay un poder y una responsabilidad en eso. Todas las personas, en todas las edades, deben tener cuidado sobre qué mensaje están enviando, y los católicos debemos ser especialmente conscientes de que nuestro mensaje principal debe ser que somos seguidores de Cristo. La belleza de una mujer debe elevar los corazones y las mentes de aquellos que encuentra, y no arrastrar corazones y las mentes hacia la cuneta de aquellos con quienes se encuentra. Nuestros cuerpos son santos y sagrados, templos del ‘Espíritu Santo’, y deben ser vestidos apropiadamente», añade Sharman.
De ahí que una de las principales preocupaciones del programa, como explica Sharman, es la de «alentar la pureza del corazón, la mente y el cuerpo». Al respecto la fundadora del programa dice: «Si bien el programa está diseñado para chicas adolescentes, creemos que este mensaje es importante para todas las personas, jóvenes y mayores por igual, pues el Catecismo de la Iglesia Católica dice: ‘El pudor es modestia, inspira la elección de la vestimenta. Mantiene silencio o reserva donde se adivina el riesgo de una curiosidad malsana, se convierte en discreción'».
Brenda Sharman |
«Pure Fashion» es un programa que, en la actualidad, se realiza a nivel Nacional en los Estados Unidos con 26 afiliadas en diferentes ciudades. También está presente en Alemania, Bélgica, Francia, Italia, México, España, entre otros países. Uno de sus propósitos es el de complementar los programas pastorales de las diócesis en las que tiene presencia.
Con información de «Pure Fashion».
Gaudium Press / Sonia Trujillo
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