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Ciudad de México (Jueves, 28-07-2010, Gaudium Press) A la vez que reconoció la labor realizada por la Procuraduría General de la Nación y el Instituto Nacional de Antropología e Historia en el rescate de obras de arte sacro, la Arquidiócesis de México ha pedido que el robo de ellas sea tipificado como delito grave en la legislación, para desalentar aún más su práctica.
«Muchos de los bienes culturales habían sido sustraídos en varios templos en los estados de Puebla, Hidalgo y Tlaxcala, y fueron localizados gracias a la colaboración de ambas dependencias en diferentes operativos realizados en Tlaquepaque, Jalisco; Apizaco, Tlaxcala, y en la delegación Iztapalapa del Distrito Federal», señala el comunicado de la Arquidiócesis sobre la materia.
Este tipo de robo se ha intensificado desde la década del 80. El vocero de la Arquidiócesis declaró a los medios de comunicación que se está realizando una instrucción a los sacerdotes sobre cómo proteger el arte sacro, cómo colocar cámaras no costosas y mejores cerraduras, al tiempo que indicó que estas medidas son eficaces para ahuyentar a ladrones no profesionales, e inútiles con ciertas bandas especializadas.
«Independientemente del valor económico de dichas piezas, su importancia se expresa en la riqueza cultural y espiritual que éstas representan, razón por la cual han sido catalogadas como bienes patrimoniales, es decir, de toda la nación», señala la Arquidiócesis.
Para aumentar el combate al comercio de obras de arte sacro robadas, el vocero de la Arquidiócesis pidió revisar la reglamentación de excarcelación por fianza de los acusados de estos robos, y urgió un mayor control de parte de las galerías de las obras que les son ofrecidas.
Con información del Siame
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