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Iglesia en Colombia prepara para septiembre "Primer Congreso Nacional de Pastoral de la Ancianidad"

Bogotá (Miércoles, 18-08-2010, Gaudium Press) Con el lema «El anciano discípulo misionero de Jesucristo» se realizará en Bogotá el «Primer Congreso Nacional de Pastoral de la Ancianidad». El encuentro -en el que participarán agentes de pastoral de personas mayores, de pastoral de la salud, de pastoral familiar, así como directores de centros de bienestar de ancianos-, es una iniciativa de la Comisión Episcopal de Familia, Vida y Estado laical de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), por medio de la Comisión Nacional de Pastoral de Personas Mayores. El congreso se realizará del 9 al 11 de septiembre en el Auditorio Regina Apostolorum de la sede de la CEC en la capital colombiana.

Afiche.jpgSegún expone la Comisión de familia de la CEC en un plegable informativo que dispuso para el evento, el congreso se desarrollará como respuesta a la V Conferencia del Episcopado Latinoamericano en Aparecida, Brasil -celebrada en el 2007-, en donde se planteó la necesidad de atender pastoralmente a los ancianos, y en continuidad de la labor de sensibilización que ha venido desarrollando la Comisión Pastoral de Personas Mayores en las diócesis colombianas, para que se tenga en cuenta, de forma permanente y organizada, a los adultos mayores.

Profundizar en la dimensión humana: uno de los objetivos del Congreso

De acuerdo con la Comisión de la CEC, son varios los objetivos de este encuentro, entre ellos está el ofrecer elementos de reflexión que contribuyan a profundizar en la dimensión humana y trascendente de la vida de los ancianos, también se busca fortalecer el plan nacional de pastoral de la ancianidad compartiendo experiencias de las diversas formas pastorales y civiles que existen en la atención de los adultos mayores, así como promover la integración de acciones a favor de los ancianos desde una visión de Iglesia.

Durante el congreso se realizarán ponencias como «Ser discípulos de Jesús en la ancianidad», «El anciano misionero de Jesús», y «Compromiso de la familia con la vida de los ancianos», así como paneles sobre el sentido antropológico de los adultos mayores, el crecimiento espiritual del anciano, vida y muerte digna, la atención humanizada, entre otras.

Entre los ponentes e invitados especiales estarán presentes Mons. Fabio Suescún Mutis, Obispo Castrense de Colombia, Mons. Julio Hernando García Peláez, Obispo de Istmina-Tadó, Colombia, Amanda Valdés del Ministerio de Protección Social de Colombia e Isabel Calderón de la Pastoral de la Salud del Centro Camiliano, entre otros.
Este primer congreso de pastoral del anciano, también cuenta con el apoyo de la Fundación Saldarriaga Concha, institución colombiana que ofrece cooperación técnica y económica a organismos que brindan ayuda a los adultos mayores.

La Iglesia se siente comprometida a procurar la atención humana integral de todas las personas mayores
El evento académico, igualmente, responde a la invitación que se hizo en Aparecida de renovar las estructuras pastorales en el servicio a los ancianos. Precisamente el documento conclusivo de la V Conferencia del Episcopado Latinoamericano señala: «La Iglesia se siente comprometida a procurar la atención humana integral de todas las personas mayores, también ayudándoles a vivir el seguimiento de Cristo en su actual condición, e incorporándolos lo más pronto posible a la misión evangelizadora. Por ello, mientras agradece el trabajo que ya vienen realizando religiosas, religiosos y voluntarios, quiere renovar sus estructuras pastorales, y preparar aún más agentes, a fin de ampliar este valioso servicio de amor».

Más adelante Aparecida, también recuerda: «Muchos de nuestros mayores han gastado su vida por el bien de su familia y de la comunidad, desde su lugar y vocación. Muchos son verdaderos discípulos misioneros de Jesús por su testimonio y sus obras. Merecen ser reconocidos como hijos e hijas de Dios, llamados a compartir la plenitud del amor, y a ser queridos, en particular, por la cruz de sus dolencias, la capacidad disminuida o la soledad».

Gaudium Press / Sonia Trujillo

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