viernes, 19 de abril de 2024
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Masiva procesión de la Virgen del Carmen en la Arquidiócesis de Santiago, en Chile

procesión5.jpgSantiago (Lunes, 27-09-2010, Gaudium Press) Ayer, cerca de 35 mil personas se dieron cita en la Plaza de Armas para participar de la tradicional Procesión de la Virgen del Carmen, una de las más bellas manifestaciones de devoción mariana que se realiza en la Arquidiócesis de Santiago, y por medio de la cual se dio término al Mes de la Patria y al Bicentenario.

Como todos los años, la celebración se realizó en el «Día de Oración por Chile» -último domingo de septiembre-, y que fue encabezada por el Arzobispo de Santiago, el Cardenal Francisco Javier Errázuriz, en compañía de obispos auxiliares, vicarios, sacerdotes y diáconos.

La procesión recorrió las principales calles del centro capitalino y estuvo marcada por el fervor de los miles de fieles, quienes con banderas chilenas y aclamaciones saludaban el paso de la Santísima Virgen.

Culminación de la exitosa iniciativa «200 horas de Oración por Chile»

procesión1.jpgAntes de comenzar con la procesión, los coordinadores de la Vigilia de Oración por Chile y Adoración al Santísimo, entregaron al Cardenal los libros con la firma de las 10 mil personas que respondieron a la convocatoria. Esta actividad se prolongó desde el 18 de septiembre hasta ayer domingo, y consistió en la oración ininterrumpida y permanente a Dios, solicitando su bendición para Chile y su pueblo.

Sobre esta iniciativa, el Vicario de la Zona Centro, el padre Javier Manterola, se mostró impactado «del poder de Dios, de su gracia y de la necesidad que tenemos de rezar». «Todo el tiempo esta Iglesia estuvo llena, y en las noches llegaban grupos y más grupos, lo que habla de la necesidad que tenemos de adorar al Señor. Por eso, creemos que esto habrá que repetirlo, porque Dios lo está pidiendo», señaló.

Además, destacó, como obra del Espíritu Santo, la participación de más de 52 movimientos católicos, cada uno con su carisma particular, quienes comprometidamente brindaron su apoyo durante todo el desarrollo de esta actividad.

«Hacer de Chile una patria de hermanos»

procesión6.jpgLuego de 3 horas de peregrinación, la columna de fieles repletó la Plaza de Armas, donde minutos más tarde se efectuó la Solemne Eucaristía, en el frontis de la Catedral Metropolitana. Hasta ese lugar arribó el Presidente de la República, Sebastián Piñera, quien recibió la bandera nacional bendecida por el Cardenal y la izó a un costado de la imagen de la Virgen del Carmen. La bandera, un ejemplar de 1926, le fue entregada por un grupo de niños y de personas de la tercera edad, simbolizando el pasado y el futuro de Chile.

En su homilía, el Cardenal Errázuriz resaltó el trabajo de los distintos movimientos laicales que permitieron la realización de las 200 horas continuas de Oración y Adoración al Santísimo. «Ellos estaban implorando la bendición de Dios para todos los tiempos futuros. Es realmente una iniciativa muy hermosa la que ha culminado esta tarde. Celebramos a la Virgen del Carmen en el Día de Oración por Chile pensando en todos los que sufren en nuestra patria», dijo.

Dios: origen de nuestro amor, de nuestra paz y de nuestra felicidad

Más adelante, el purpurado afirmó que «cada uno de nosotros tiene vocación para llegar a la plenitud del amor, a la plenitud de la paz, a la plenitud de la felicidad, para llegar al encuentro con Dios, que es el origen de nuestro amor, de nuestra paz y de nuestra felicidad».

Para alcanzar esta plenitud, agregó, es necesario el compromiso y colaboración de cada uno, «para abrir los caminos de nuestra patria y de su cultura, de manera que todos los chilenos puedan gozar algún día esa patria celestial plenamente, pero que en esta tierra tengan ya un reflejo de eso, que Dios nos quiere regalar a todos en el cielo. Que también nuestra tierra sea un lugar de encuentro, de amor, de felicidad y de paz».

Al finalizar sus palabras, solicitó que Dios siempre cuente con cada uno de nosotros, para comprometernos con Él en hacer realidad que Chile sea «una mesa para todos». Pidió también que la Virgen del Carmen «siempre nos conduzca al encuentro más profundo con Cristo, que nos haga misioneros a todos, para que nuestro pueblo tenga vida en abundancia».

Por Igor Roco

 

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