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Ciudad del Vaticano (Lunes, 11/08/2010, Gaudium Press) El Papa presidió ayer domingo la ceremonia de dedicación de la iglesia de la Sagrada Familia en Barcelona, el segundo y último día de su paso por España. El templo inacabado del arquitecto catalán Antonio Gaudí fue elevado por el Papa a la condición de Basílica Menor.
Durante la ceremonia, Benedicto XVI hizo un cuestión de enfatizar el significado y la sacralidad de la familia en la sociedad, mostrando el ejemplo máximo de la familia de Jesús. Según el Papa, la Sagrada Familia es «una escuela de amor, oración y trabajo» para todos, y sólo el amor «generoso e indisoluble» entre un hombre y una mujer puede dar el fundamento de la vida humana en su gestación, en su nacimiento, en su crecimiento y su fin natural.
Para el Papa, el progreso técnico, social y cultural no puede dominar el progreso moral de la sociedad, de modo que el Estado tiene la obligación de velar por el cuidado, protección y asistencia a la familia, «que es su fundamento y su futuro».
El Santo Padre hizo un apelo a los gobiernos a fin de que garanticen «las medidas económicas y sociales adecuadas» a la mujer, para que ella «pueda encontrar su plena realización en el hogar y en el trabajo», el apoyo a la familia formada por hombre y mujer y para defender el carácter sagrado e inviolable de la vida. Por otra parte, el Papa pidió que la natalidad sea estimada, valorada y apoyada en el plano jurídico, social y legislativo, y sentenció: «La iglesia se opone a cualquier forma de negación de la vida humana y sostiene aquello que promueve el orden natural en el ámbito de la institución familiar. «
En la larga homilía de la ceremonia de dedicación, el Santo Padre también recordó la figura del arquitecto del templo, Antonio Gaudí y su obra. Según el Papa, la Sagrada Familia es una «maravillosa síntesis de técnica, arte y fe» de la historia del siglo XIX de Cataluña, una historia de floración de santidad, de «creaciones poéticas y artísticas, nacidas de la fe.»
La consagración del templo se lleva a cabo más de 100 años después del inicio de su construcción, cuya finalización está prevista para el año 2026. L
que también «mantiene la cohesión de la Iglesia.»
Benedicto XVI mencionó también la figura de San José, al cual está ligado el templo. «Me conmovió especialmente la seguridad con la que Gaudí, habida cuenta de las miles de dificultades que tuvo que hacer frente, declaró plena confianza en la providencia divina: ‘San José va a terminar el templo’, dijo. Por esto ahora no es privado de importancia el hecho de que un Papa, cuyo nombre de bautismo es José, quien lo dedique. «
Después de la homilía, el Papa invocó a la Virgen María en catalán, «Rosa de abril» y «Madre de la Misericordia», para que por su intercesión, las futuras generaciones que vengan al templo con sus alegrías y sufrimientos, especialmente los pobres, «puedan encontrar misericordia», los oprimidos «lograr la verdadera libertad y todos los hombres se revistan de la dignidad de hijos de Dios. «
La misa con el rito de la dedicación de la iglesia es una de las más solemnes celebraciones, que incluye, al principio, la bendición y aspersión del agua, y después la homilía y la oración de dedicación y unción que comienza con la Letanía de los Santos. En este momento, el obispo que preside la ceremonia de dedicación de una nueva iglesia, deposita la casulla. El primer paso es verter el santo crisma en el centro del altar y sus cuatro esquinas. Entonces los presbíteros ungen los muros de la iglesia. Después del ritual de la unción ocurre el incensar del altar y de la iglesia y luego la iluminación del altar y todo el templo.
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