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Ciudad de México (Miércoles, 10-11-2010, Gaudium Press) Desde el lunes, hasta este viernes, 130 obispos mexicanos, junto con el Nuncio Apostólico en México, Mons. Christophe Pierre, se reúnen en Casa Lago, sede de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), en la 90ª Asamblea Plenaria, con el objeto de «redescubrir e impulsar los procesos y las estrategias pastorales que orienten la Misión Continental, a fin de sensibilizarnos como pastores, discípulos-misioneros, en continua conversión para dinamizar el proyecto de la Misión Permanente», como expone CEM en la información que dispuso con ocasión de la Asamblea.
Ayer, en un comunicado de prensa de la Secretaría General de la CEM -firmado por Mons. Carlos Aguiar Retes, Arzobispo de Tlalnepantla y Presidente de la CEM, y por Mons. René Rodríguez Gómez, Obispo Auxiliar de Texcoco y Secretario General de la CEM- sobre la Asamblea, los obispos recordaron: «En esta semana nos proponemos revisar, discernir e impulsar el compromiso de la Misión Permanente surgida en Aparecida, Brasil; cuyo objetivo es llevar a las personas a un verdadero encuentro con Jesucristo. Esto implica nuevas estrategias pastorales en la forma en que venimos desarrollando la Misión de la Iglesia».
Los prelados, también hablan sobre la difícil situación de violencia que vive México, señalando que hay que «retomar con vigor» la Exhortación Pastoral «Que en Cristo nuestra Paz, México tenga vida digna», que el Episcopado Mexicano hizo con motivo del Bicentenario de Independencia del país. Al respecto, expresan: «Es una tarea muy importante debido al creciente fenómeno de la violencia, que percibimos como realidad compleja y nos descubre tres grandes y graves crisis: de legalidad, de debilitamiento del tejido social y de valores, en el entorno social, cultural, político y económico».
En este sentido, los obispos también resaltan que la Iglesia juega un papel importante en la búsqueda de la paz del país centroamericano: «La Iglesia católica es un instrumento muy valioso y eficaz para promover los valores morales necesarios para el mejoramiento, tanto de las personas como de las instituciones de nuestro país».
También señalan que, para lograr ello, la Iglesia requiere un marco jurídico democrático que les permita desarrollar una positiva colaboración para resolver los problemas sociales. «Por lo que nos corresponde fomentar el diálogo para la defensa y promoción de la libertad religiosa y de la dignidad humana», añaden los prelados en su mensaje.
En cuanto a la Misión Continental -que es la invitación que los obispos de América Latina hicieron en la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano -, los obispos dicen que ella es la repuesta al desafío de pasar «de una pastoral de mera conservación, a una pastoral decididamente misionera», y que es necesario un cambio de actitud y de mentalidad para promover la renovación de la Parroquia, para que ella «sea escuela y casa de comunión».
En el comunicado, finalmente, los prelados se comprometen -como fruto de esta Asamblea – a brindar la formación necesaria a los fieles católicos y hombres de buena voluntad «para que en el encuentro personal con Jesucristo, de su Palabra y Obra, vivan y promuevan activamente en todas las comunidades del territorio nacional la fe, la verdad, la reconciliación y la paz».
Gaudium Press / Sonia Trujillo
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