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Ciudad de México (Miércoles, 24-11-2010, Gaudium Press) Recordado por su entrega a los pobres, por su inmenso amor a la Santísima Virgen y su gran sentido del humor, se conmemoró ayer el 83 aniversario de la muerte del sacerdote jesuita José Ramón Miguel Agustín Pro, conocido como el «Padre Pro», beato y mártir de la llamada «Guerra de los Cristeros», cruenta persecución religiosa que ocurrió en México de 1926 a 1929.
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| Beato Padre Pro |
Ayer, en el marco de esta celebración fue llevada a la Capilla Nuestra Señora de Guadalupe Reina de la Paz, en la Ciudad de México, una reliquia del beato. Ella -que consta de un pequeño pedazo de hueso extraído de los restos mortales del Padre Pro, que se veneran en la Parroquia de la Sagrada Familia, situada en la colonia Roma, Ciudad de México- fue recibida por centenares de fieles, quienes desde tempranas horas se congregaron en la parte posterior del edificio de la Lotería Nacional, antiguo edificio de la comandancia de policía donde fuera ejecutado el sacerdote jesuita el 23 de noviembre de 1927, para dar inicio a una peregrinación que ya es tradición cada año.
«¡Padre Agustín Pro, moriste por una causa que ahora vez realizada!», «¡Continua tu ayuda, la sentimos auxiliando a tus pobres!», eran algunas de las consignas que, según notició el Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México (SIAME), portaban ayer los devotos en camino a la Capilla de Nuestra Señora de Guadalupe Reina de la Paz.
Tal como continúa reportando SIAME, una vez en la Capilla, la reliquia fue recibida por el padre Carlos Alberto Escalante, quien la ubicó en el Sagrario. En el lugar, el sacerdote animó a todos a «en todo amar y servir», tal como lo hizo en su momento el mártir y beato.
La peregrinación culminó en la Parroquia de la Sagrada Familia con una solemne Eucaristía que presidió el padre José Camarena, quien es el postulador de la causa de canonización del Padre Pro.
Museo en homenaje al beato y mártir mexicano
Igualmente, y con motivo del 83 aniversario del fallecimiento del Padre Agustín Pro, fue inaugurada en la Parroquia de la Sagrada Familia una exposición en homenaje al beato y mártir mexicano. La muestra, como explica SIAME, reúne los principales momentos de la vida del sacerdote jesuita con documentos y objetos religiosos y cotidianos del presbítero, que hasta ahora venían siendo resguardados por los sacerdotes jesuitas.
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| Templo de la Sagrada Familia, Ciudad de México |
Entre los objetos presentes en la exposición, se encuentran un maletín-altar que el beato utilizaba para celebrar la Santa Misa de forma clandestina, también algunas de sus vestimentas litúrgicas y también el traje que llevaba el día de su fusilamiento. Asimismo, se encuentran algunos objetos curiosos, como los disfraces que utilizó para evadir la persecución religiosa y el pendón con el cual el Papa Juan Pablo II, declaró beato al Padre Pro en 1988.
El padre José Ramón Miguel Agustín Pro nació el 13 de enero de 1891, y creció en el entorno de una familia acomodada de una pequeña villa minera en el estado mexicano de Zacatecas. A sus 20 años ingresó en el noviciado jesuita, fue exiliado durante la revolución mexicana, razón por la cual, a sus 36 años, fue ordenado sacerdote en Bélgica. En el año 1926, pese a que la Iglesia era perseguida en México, regresa a su país donde ejerció un gran ministerio -a los ojos de Dios – en la clandestinidad. Fue beatificado por Juan Pablo II el 25 de septiembre de 1988.
Gaudium Press / Sonia Trujillo
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