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Washington (Lunes, 10-01-2011, Gaudium Press) «Nuestras oraciones y preocupación está con las personas más directamente afectadas por esta violencia», ha dicho el arzobispo Timothy Dolan, de Nueva York, presidente de la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos, refiriéndose al atentado ocurrido el sábado pasado en un supermercado en Tucson, Arizona, en el que perdieron la vida seis personas y fueron heridas al menos otras doce, entre ellas la representante a la cámara Gabrielle Giffords.
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| Mons. Timothy Dolan |
«Encomendamos a Dios los que han muerto y oramos por las familias que perdieron a sus seres queridos y por aquellos que están sufriendo a causa de sus heridas», expresó.
«Mientras que nosotros como obispos también estamos preocupados por las amplias implicaciones del incidente en Tucson, advertimos en contra de sacar conclusiones apresuradas sobre los motivos del agresor hasta que sepamos más de las autoridades», dijo el arzobispo Dolan.
«La violencia de cualquier tipo deben ser condenada. Cuando el blanco de un acto violento es un funcionario público, se abala la confianza de la nación en su capacidad de proteger a sus líderes y a aquellos que quieran participar en el proceso democrático. Como obispos hacemos un nuevo llamado por el respeto de la vida y la dignidad de cada persona, así como al trabajo conjunto por el bien común, buscando abordar las diversas cuestiones sociales y políticas que nos enfrentamos como nación», concluyó.
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