martes, 07 de mayo de 2024
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Delegación de Educación de la Arquidiócesis de Bogotá reflexiona sobre nuevos caminos de evangelización

Bogotá (Lunes, 07-03-2011, Gaudium Press) Uno de los grandes retos que presentan actualmente las escuelas católicas son los profundos cambios de mentalidad y de estilos de vida a los que hoy están expuestos los jóvenes, especialmente aquellos que hacen su vida en grandes ciudades y están constantemente «bombardeados» con informaciones que ofrecen los medio masivos de comunicación.

Con el fin de analizar los diferentes contextos y ambientes en los que se mueven los jóvenes de hoy, para así reflexionar en torno a nuevos caminos de evangelización, la Delegación de Pastoral Educativa de la Arquidiócesis de Bogotá, en unidad con la Confederación Nacional Católica de Educación (CONACED) Bogotá-Cundinamarca, está animando a la diferentes delegaciones de esta pastoral a trabajar jornadas pedagógicas en las cuales se analicen los nuevos sujetos juveniles.

La iniciativa, que se está dando a conocer por medio del boletín «Hacia una auténtica pastoral educativa académica», que el organismo eclesial ha dado a conocer para este mes de marzo, hace un estudio de lo que se ha denominado como las «puertas» por las cuales se puede tener acceso para la evangelización de los jóvenes de hoy.

Estas jornadas pedagógicas están basadas en un estudio realizado por el teólogo jesuita brasileño Joao Batista Libanio, quien hace referencia a seis puertas a través de los cuales se llega a los jóvenes: la puerta de lo llamado como el «sol de la felicidad», que dice que los jóvenes buscan más lo emocional y afectivo; la puerta de la libertad; la puerta del presente; la puerta del futuro; la puerta de la droga y la violencia; y la puerta del cuerpo.

Asimismo, el boletín de la pastoral educativa ofrece algunas orientaciones sobre «los jóvenes de hoy ante la dimensión religiosa de la vida», basadas en documentos de la Congregación para la Educación Católica, en los que se hace referencia a la propuesta que hizo el Concilio Vaticano II -aún actual- de hacer una análisis realista de la situación religiosa de nuestro tiempo, particularmente a la condición juvenil.

Al respecto, en el boletín se expresa: «A la escuela le toca indagar ‘in situ’ el comportamiento religioso de los jóvenes, para conocer qué piensan, cómo viven, cómo reaccionan donde los cambios son profundos, dónde se están iniciando y dónde son rechazados por las culturas locales, pero que, igualmente, llegan a través de los medios de comunicación, para los que no existen fronteras».

Los jóvenes y el Concilio Vaticano II

Justamente el Concilio Vaticano II en diciembre de 1965 dirigió un mensaje a los jóvenes en el cual se les decía: «Porque sois vosotros los que vais a recibir la antorcha de manos de vuestros mayores y a vivir en el mundo en el momento de las más gigantescas transformaciones de su historia. Sois vosotros los que, recogiendo lo mejor del ejemplo y de las enseñanzas de vuestros padres y de vuestros maestros vais a formar la sociedad de mañana; os salvaréis o pereceréis con ella (…) La Iglesia, durante cuatro años, ha trabajado para rejuvenecer su rostro, para responder mejor a los designios de su fundador, el gran viviente, Cristo, eternamente joven. Al final de esa impresionante ‘reforma de vida’ se vuelve a vosotros. Es para vosotros los jóvenes, sobre todo para vosotros, porque la Iglesia acaba de alumbrar en su Concilio una luz, luz que alumbrará el porvenir».

Igualmente, les exhortaba «a ensanchar vuestros corazones a las dimensiones del mundo, a escuchar la llamada de vuestros hermanos y a poner ardorosamente a su servicio vuestras energías», luchando contra todo egoísmo, violencia y odio. «Edificad con entusiasmo un mundo mejor que el de vuestros mayores», continuaba.

Con información de la Delegación de Pastoral Educativa de la Arquidiócesis de Bogotá.

Gaudium Press / Sonia Trujillo

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