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Tuparenda (Miércoles, 04-05-2011, Gaudium Press) Reunidos en Tuparenda, Paraguay, el pasado 27 y 28 de abril, tuvo lugar el Seminario «Rol del Laico en los procesos de participación ciudadana y democracia en América Latina y El Caribe», organizado por el Departamento de Justicia y Solidaridad (DEJUSOL), del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), en unión con la Pastoral Social de la Conferencia Episcopal Paraguaya, y el apoyo de la Fundación Konrad Adenauer.
Esta semana fue dado a conocer por el CELAM el documento conclusivo de este encuentro, en el cual quedaron consignadas las reflexiones -a la luz del Evangelio y de la lectura del signo de los tiempos- en lo referente a la vocación de los fieles laicos en los procesos de participación ciudadana, la democracia y promoción de los derechos humanos.
«Los laicos de América Latina y el Caribe (…) deben convertirse en levadura y fuego que transforma e ilumina el mundo. Juan Pablo II, en la Encíclica Christifideles Laici, sobre los fieles laicos nos señala: «Nuevas situaciones, tanto eclesiales como sociales, económicas, políticas y culturales, reclaman hoy, con fuerza muy particular, la acción de los fieles laicos (…) si el no comprometerse ha sido siempre algo inaceptable, el tiempo presente lo hace aún más culpable (…) todos y cada uno tienen el derecho y el deber de participar en la política(…)», dice parte del documento conclusivo, retomando un segmento de las conclusiones de Aparecida.
Iluminados por la Palabra de Dios y la Doctrina Social de la Iglesia, los participantes del seminario también recordaron que el laico debe «ser un buen discípulo de Cristo», para así transformar las realidades temporales. «Son los laicos, como discípulos misioneros de Jesucristo, conscientes de su llamado a la santidad en virtud de su vocación bautismal, quienes deben actuar, como fermento en la masa, para construir una ciudad temporal que esté de acuerdo con el proyecto de Dios», agrega el documento, mencionando nuevamente un fragmento de las conclusiones de Aparecida.
En las conclusiones de este encuentro sobre el rol del laico, también se habla sobre la formación y atención a los laicos: «La Iglesia en América Latina y el Caribe, en estado de misión permanente, busca llegar a todos los ámbitos de la sociedad con el anuncio de la Buena Noticia. Ello implica una atención y formación sólida de los laicos constructores de sociedad».
Entre los compromisos que quedaron consignados en el documento, está la promoción del diálogo en el mundo intercultural y secular, siempre buscando consensos que sean fieles al Evangelio. «Se hace necesaria la búsqueda de acuerdos sociales que promuevan el bien común, el desarrollo de la democracia y el respeto de los derechos humanos, ello exige estar insertos en las comunidades y dialogar con ellas. Promover experiencias de vida, especialmente en los jóvenes, que promuevan el reconocimiento y respecto de los valores humanos y cristianos que permitan el desarrollo integral de los pueblos. Trabajar en la participación comunitaria y por una cultura democrática», destaca el documento.
Asimismo, se plantea la necesidad de diseñar espacios y metodologías de formación integral para laicos constructores de la sociedad, que sean favorables a su misión como discípulos de Jesucristo: «Trabajar en la formación para la acción, sin descuidar las dimensiones espiritual, académica, humana y doctrinal con carácter interdisciplinar que tenga en cuenta las herramientas de la política, tales como liderazgo, conducción, organización, planteamiento y la comunicación».
Entre los participantes del seminario se encontraban: Mons. Oscar Páez Garsete, Obispo Emérito de Alto Paraná, Paraguay; Mons. Héctor Fabio Henao, director del Secretariado Nacional de Pastoral Social-Cáritas Colombiana; Mons. Jesús Juárez, director de Cáritas Bolivia; y Mons. Iván Antonio Marín López, Arzobispo de Popayán, Colombia, entre otros.
Con información del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM).
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| Foto: DEJUSOL |
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