viernes, 29 de marzo de 2024
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En su 22ª visita pastoral a Italia, el Papa visita Aquilea y Venecia a partir de mañana

Ciudad del Vaticano (Viernes, 06-05-2010, Gaudium Press) El Papa Benedicto XVI parte mañana con destino a Aquilea en vista de las preparaciones del segundo congreso de la ciudad, que en 2012 reunirá a las 36 diócesis de Italia, Eslovenia, Croacia, Austria y Alemania nacidas a partir de aquella Iglesia madre y hoy operantes. En la Basílica, encontrará a los representantes de la Asamblea del Segundo Congreso de Aquilea.

Después parte a Venecia donde, en la Basílica de San Marcos, venerará las reliquias del santo evangelista y apóstol. El domingo el Papa celebrará por la mañana la misa en el Parque San Giuliano y después, de tarde, participará de la asamblea para la conclusión de la visita pastoral diocesana y en seguida en la Basílica de la Salud se encontrará con el mundo de la cultura y la economía.

«El hombre de hoy está expuesto a una gran inseguridad», por eso necesita de la confirmación en la fe, dijo el Cardenal Angelo Scola, patriarca de Venecia. «Tú confirmas nuestra fe» es el slogan de esta que es la 22ª visita pastoral de Benedicto XVI a Italia en seis años de pontificado, la primera en 2011.

El noreste es una de las regiones más ricas de Italia, con diversas posibilidades económicas y por eso meta de gran inmigración. El mundo de hoy precisa de fe, por eso fue escogido el lema de la visita «Tú confirmas nuestra fe», como explica el cardenal Scola.
«El deber del Sucesor de Pedro – continuó el patriarca de Venecia – y de su singular ministerio, así como dijo Jesús, es justamente confirmar a los hermanos en la fe, esto es, en esta capacidad de apoyarse integralmente en el Señor y con eso ser apoyados sobre la roca sólida de Cristo, y genera una visión y una práctica de la vida que renueva el yo. El otro elemento fundamental de la visita, que está contenido en el lema, es justamente aquel «Tú», el hecho que nosotros osamos usar el «tú» con el Papa porque lo sentimos como una persona de la familia, sentimos que él está dentro de toda Iglesia particular, está dentro de nuestra Iglesia.

Por esto todos nosotros rezamos por él todos los días en la Santa Misa. Tendremos el gran don de verlo personalmente, él nos dará su mirada, su testimonio, su Magisterio y eso podrá producir en los hombres y las mujeres del noreste aquella renovación profunda de la cual todos nosotros sentimos la necesidad.

El purpurado, sobre la situación geopolítica de su región, observó que «trabajo y familia permanecen puntos firmes en la gran tradición del noreste, y el noreste supo conjugarlos, principalmente después de la gran emigración, en una manera genial hasta construir aquello que fue llamado el «modelo de desarrollo». Ahora, sin embargo, los tiempos están cambiando radicalmente y tenemos justamente necesidad de mirar con mucho realismo los cambios que están en acto en el campo afectivo, en el campo de trabajo, en el campo de la vida, en el campo de la cultura, la economía, la finanza, en consciencia».

La región del noreste italiano, a donde irá mañana y pasado mañana el Santo Padre, tiene un fuerte lazo histórico con el papado. Aquilea es una ciudad rica de historia milenaria de la Iglesia, hecha de mártires pero también de cisma y distanciamiento de Roma. Entretanto, el Papa irá a subrayar el profundo significado de que en Aquilea hayan nacido 57 Iglesias, no solo en la realidad del Friuli Venezia Giulia, del Trentino Alto Agide, del Veneto, sino también en Croacia, Eslovenia, Austria, Baviera, al sur de Hungría.

Venecia, a su vez, la segunda ciudad visitada por el Papa, es la sede patriarcal de la diócesis de Triveneto y una «ciudad de Papas» porque dio tres pontífices: San Pío X (Giuseppe Sarto), el beato Juan XXIII (Giuseppe Roncalli) y el venerable Juan Pablo I (Albino Luciani). Benedicto XVI es el tercer pontífice que visitará Venecia después de Pablo VI el día 16 de setiembre de 1972 y Juan Pablo II el 16 de junio de 1985.

En la visita de 1972 a Venecia, Pablo VI vistió sobre los hombros la estola del patriarca Luciani, quien seis años después se tornó pontífice. Este momento fue recordado por Juan Pablo I, después de haber sido electo, en el Ángelus del 27 de setiembre de 1978, cuando habló sobre el significado del nombre que había adoptado: «Papa Pablo VI no me hizo solamente cardenal, sino algunos meses antes, sobre las pasarelas de la Plaza de San Marcos, me hizo quedar rojo delante de 20.000 personas porque…. porque se quitó su estola y la colocó sobre mis hombros. ¡Yo nunca había estado tan rojo de vergüenza!»

 

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