Al conmemorarse 50 años desde la publicación de la encíclica Mater et Magistra, Vicaría de la Pastoral Social y de los Trabajadores crea portal web en homenaje, en Chile

Santiago (Martes, 16-05-2011, Gaudium Press) «A 50 años de la encíclica Mater et Magistra, una relación con el pensamiento de Alberto Hurtado», así se titula el trabajo que la Vicaría de Pastoral Social y de los Trabajadores publicó en una página web, al cumplirse el pasado 15 de mayo 50 años desde la publicación de la encíclica social Mater et Magistra, de autoría de Juan XIII.

El portal contempla 8 temas que se inician con una cita de las Sagradas Escrituras y finalizan con una serie de preguntas personales a cada una de las cuestiones tratadas, a fin de promover la reflexión y cultivar el conocimiento de la Doctrina Social de la Iglesia. Entre los asuntos trabajados se encuentra: el derecho al trabajo y la responsabilidad de trabajar; la propiedad privada de los bienes de producción; el rol de la Iglesia; el papel de los laicos, entre otros.

Unidad entre San Alberto Hurtado y Mater et Magistra en torno al trabajo humano

En medio del Concilio Vaticano II, todavía no concluido, el beato Juan XXIII publicaba su encíclica social «Mater et Magistra», que venía a actualizar la Doctrina Social de la Iglesia Católica inaugurada setenta años antes por su predecesor León XIII con la memorable encíclica Rerum Novarum.

En Chile, un par de décadas antes del Concilio, el santo y apóstol social chileno, Alberto Hurtado, se ocupaba de los mismos asuntos pero desde la realidad local. Con gran precisión se adelantó a muchas de las enseñanzas de la Mater et Magistra exponiéndolas brillantemente.

En sus obras sociales quedó plasmado su pensamiento, pero especialmente el don de San Alberto para interpretar los signos de los tiempos a la luz del Evangelio, dando respuestas concretas a las problemáticas sociales surgidas en el mundo contemporáneo; entre éstas, algunas tan relevantes como la intervención del Estado en la economía, la importancia y trascendencia de la dignidad humana y, particularmente, lo referido al trabajo humano y su dimensión sobrenatural, tema del cual se ocupa la página web elaborada por la Vicaría.

La dignidad humana, fundamento de la Doctrina Social de la Iglesia

Durante mucho tiempo y a falta de un pronunciamiento por parte de la Iglesia, aun cuando en el Evangelio y en los Padres hay claridad al respecto, no hubo demasiada conciencia sobre las nuevas «cuestiones sociales» que trajo consigo la llegada del mundo moderno con sus intensas transformaciones. Rerum Novarum pretendió avanzar en esta toma de conciencia ofreciendo respuestas; 40 años después, Quadragesimo Anno, del Papa Pio XI, busco hacer lo mismo a la luz de las nuevas circunstancias del agitado siglo XX.

Estas dos encíclicas inauguraron el cuerpo de la Doctrina Social de la Iglesia que actualmente conocemos.

Ya en la segunda mitad del siglo XX, Mater et Magistra, revisa los puntos más importantes de las encíclicas precedentes. Una constante que atraviesa todas las reflexiones es la unidad entre mundo temporal y sobrenatural, ya que no son dos dimensiones distintas, sino que se trata de una misma realidad. Dicho de otro modo, ningún cristiano puede aspirar a la perfección sin que antes se pregunte por la justicia de las estructuras del mundo y su correcta dirección en orden al plan divino.

Al respecto, el beato Juan XXIII formula una invitación ineludible: «Nadie debe engañarse imaginando una contradicción entre dos cosas perfectamente compatibles, esto es, la perfección personal propia y la presencia activa en el mundo, como si para alcanzar la perfección cristiana tuviera uno que apartarse necesariamente de toda actividad terrena, o como si fuera imposible dedicarse a los negocios temporales sin comprometer la propia dignidad del hombre y del cristiano» (Mater et Magistra, N°255)
En línea con este llamado, San Alberto Hurtado expresó: «Más necesaria que la asistencia social es la modificación del orden social injusto» (Sindicalismo, 1950)

Ahora bien, ¿En qué fundamento descansa este cuerpo doctrinal?

«Ni la justicia ni la paz podrán existir en la tierra mientras los hombres no tengan conciencia de la dignidad que poseen como seres creados por Dios y elevados a la filiación divina» (Mater et Magistra, N°215).

En el reconocimiento de la dignidad humana, la propia y la de todos descansa este fundamento. Desde allí es de donde surge todo. La dignidad divina del ser humano, creación predilecta de Dios y encargada de continuar su obra.

El sitio web puede ser visitado desde la dirección: http://www.vicaria.cl/mater/intro.html

Gaudium Press / Igor Roco