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Johannesburgo (Jueves, 19-05-2011, Gaudium Press) Mons. Joseph Buti Tlhagale, Arzobispo de Johannesburgo y Presidente de la Conferencia Episcopal Sudafricana, ha hablado con Gaudium Press sobre sus experiencias, aprehensiones y esperanzas para la Iglesia Africana. A continuación, los temas abordados por el arzobispo:
Gaudium Press: ¿Que tendría V. Excia. para decir sobre la realidad africana: las esperanzas, desafíos y aprehensiones, en este mundo «globalizado»?
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| Mons. Joseph Buti |
Mons. Joseph Buti: – Comencemos por Sudáfrica, porque estamos aquí. Aún hay mucha esperanza en este país, en el sentido de que el pueblo está experimentando aquello que vino después del régimen de Apartheid, esto es, las personas caminar con la cabeza erguida, libres, en su propia tierra. Creo que, en muchos sentidos, esto puede ser aplicado a muchos otros países africanos. Aunque después de 50 de independencia – los países abajo del Sahara están celebrando sus cincuenta años de independencia – hay todavía muchos desafíos.
GP – ¿Cuáles son esos desafíos en concreto?
Mons. Joseph Buti: – Desafíos en el sector de prestación de servicios: en el área de la educación, en el área de la salud, en el área de las distancias sociales. En otras palabras, algunos de nuestros desafíos dicen respecto al problema del crimen en general. En Sudáfrica el crimen está a nivel muy elevado, más que en otros países; el desempleo es muy alto en casi todos los países africanos, eso incluye a Sudáfrica, lo que es un desafío grande. En la educación, aunque tengamos muchas escuelas – véase que los misioneros construyeron muchas escuelas, y después los gobiernos locales indigenas también construyeron otras, por suerte Sudáfrica tiene escuelas en prácticamente todas las villas – aún así, no somos capaces de fijar a los estudiantes. El éxodo escolar es muy alto. Este es otro de los principales desafíos. No tenemos todavía una conciencia de educación. Esto nos causa un problema para el futuro, en el sentido de que gente capacitada y por tanto una mano de obra calificada no pueda ser absorbida por el mercado de trabajo. Hay mucha gente capacitada, pero el mercado de trabajo no la puede absorber.
El 3º. Desafío es en el área de salud. Una de las más deprimentes experiencias en África, en los países abajo del Sahara, en Sudáfrica, es la cuestión del SIDA. Algunos países se debaten con la malaria, la fiebre amarilla, pero en Sudáfrica el índice de SIDA es muy elevado, lo que significa que las personas capacitadas no pueden trabajar por causa de esta enfermedad. Ellas no tienen acceso a remedios antivirales. Por tanto, estamos hablando de un futuro que no sabemos cuál será, si la crisis continúa en este nivel. Algo radical tiene que ser hecho para prevenir la expansión del SIDA como está ocurriendo. Agregando a eso, yo hablo, en relación al SIDA, sobre la ética sexual. Hay muchas jóvenes en las escuelas en todo el país, que acaban embarazadas.
GP – ¿Eso es también así en otros países africanos?
D. Joseph Buti – Es increíble. Lo que sucede con una estudiante embarazada es que ella deja la escuela. La chance de volver a la escuela nuevamente, es muy limitada. Estos son algunos de los desafíos principales.
Política
Creo que, mientras los países parecen estables políticamente, hay una fragilidad en la mayoría de nuestros gobiernos. Gracias a Dios no tenemos aquí lo que está ocurriendo en los países del Norte del continente. Hay una completa revolución barriendo los países del Norte. Pero en los casos aparentemente estables, los gobiernos son frágiles. Vea lo que está sucediendo en Suazilandia, el pueblo está protestando contra la Monarquía. En Lesoto, económicamente hablando, la mayoría de los trabajadores vienen a trabajar a Sudáfrica.
Así, no se puede decir que hay paz. La paz no es ausencia de guerra. La paz es el progreso, el desarrollo, la oportunidad de trabajo. En la ausencia de eso, no se puede hablar de paz. En Sudáfrica, en el interior, en las áreas rurales, nosotros también experimentamos en muchos lugarejos y pequeñas ciudades, la falta de prestación de servicios. No hay rutas. En otros países la situación es aún peor.
Esperanza
A pesar de la independencia, todavía tenemos estos problemas. Pero hay esperanzas en el panorama. La Unión Africana, la SADEC (Comunidad de Desarrollo del Sur de África, en su sigla en inglés) y otras estructuras están ahí. No tenemos más regímenes militares ni dictaduras. En contrapartida tenemos elecciones, lo que es una buena cosa. Y contamos con la ayuda de la Comunidad Internacional.
GP – ¿Cuál es la colaboración de la Religión en este panorama?
Mons. Joseph Buti – Acabamos de realizar la Conferencia Continental de los Obispos. En Akra los obispos fueron instados a enfrentar los problemas a nivel continental. Los problemas de los migrantes y refugiados y los asuntos relacionados con la Comisión de Justicia y Paz serán abordados a nivel regional y continental. Nuestra esperanza está centrada en las personas de buena voluntad.
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