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Bogotá (Viernes, 20-05-2011, Gaudium Press) Abordando la problemática del suicidio en niños y jóvenes, y con una participación de más de 300 personas, finaliza hoy en Bogotá el 7º Congreso Nacional de Educadores. El encuentro académico, en el que participan delegaciones de educación de las diócesis de Colombia, así como instituciones educativas y educadores, ha sido promovido por el Departamento de Educación, Cultura y Universidades del Episcopado Colombiano (CEC).
«El eje temático que hemos elegido se fundamenta en la responsabilidad que tenemos ante la vida, para profundizar el reto que dicho fenómeno nos presenta (…) El compromiso con la vida justifica que nosotros como creyentes y co-responsables de la formación de los niños y los jóvenes sembremos un profundo amor por la vida y un vínculo con ella en todos los niveles»; explican los organizadores sobre la justificación del tema seleccionado para este Congreso.
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| Participantes del Congreso – Foto: CEC |
El evento fue inaugurado el pasado miércoles 18 de mayo con las palabras de bienvenida del padre Héctor Eduardo Lugo, director del Departamento de Educación de la CEC y con la conferencia «¿Por qué se suicidan los niños y los jóvenes», a cargo del doctor Miguel de Zubiría Samper, educador, psicólogo y director de la Fundación Alberto Merani -institución que promueve la investigación y desarrollo de programas pedagógicos en beneficio de la formación de mejores seres humanos -.
En su presentación, el doctor Merani expuso algunas cifras sobre la situación del suicidio de menores de 20 años en Colombia, explicó que en el país un 41% de niños ya han tenido ideas suicidas, las cuales también se presentan en un 35% de jóvenes universitarios. Igualmente dijo que la infelicidad y la intolerancia al sufrimiento son varios de los factores que llevan al suicidio de jóvenes y niños.
Continuando con su disertación, el psicólogo y educador hizo referencia, de forma enfática, en la importancia de educar a los hijos como excelentes seres humanos, para que en el futuro sean padres y madres de familia con bases y valores firmes, antes que enseñar biología, trigonometría, inglés u otras materias.
Algunos de los participantes de este encuentro, también hablaron sobre la importancia de este Congreso dentro del ámbito educativo, como el caso del padre Juan Carlos Calderón Quintero, miembro de la Comisión de la Pastoral Educativa de la Diócesis de Cúcuta, quien expresó que el evento académico es una ocasión propicia para una mayor sensibilización sobre la problemática del suicidio: «estamos sensibilizándonos a través de este Congreso de la urgencia y la necesidad de trabajar la parte afectiva de los niños y jóvenes faltos de amor, para poder evitar el suicidio en ellos».
El sacerdote también señaló que esta iniciativa del Congreso, animado desde el Episcopado del Colombia, «nos sumerge en la realidad que Colombia está viviendo, frente a tantos suicidios de nuestros niños y jóvenes».
Por su parte, Carolina Gallego Palacio, participante de la ciudad de Medellín, expresó que el encuentro académico es muy importante porque «hay que tocar el alma, hay que volver a recobrar el sentido de la vida», y que en la actualidad «encontramos muchos niños y jóvenes que por las circunstancias de la sociedad actual están muy solos, están económicamente con muchas cosas, pero poco espiritualmente».
El evento tiene lugar en el Auditorio San Francisco de Asís de la Universidad de San Buenaventura, centro educativo situado en el norte de la capital colombiana, y culmina hoy a las 4:00 de la tarde, hora local.
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