Menú 
Lima (Martes, 26-07-2011, Gaudium Press) «La soberbia y el orgullo del corazón rechaza el amor de Dios. Debe ser muy valioso el tesoro de un corazón dócil que sabe perdonar, agradecer, dar gracias, trabajar por la unidad. Evitar el rencor y la envidia», dijo el Cardenal Juan Luis Cipriani, Arzobispo de Lima, durante la Misa Dominical del pasado 24 de julio en la que llamó a los fieles peruanos a conmemorar la Independencia de su país -que ocurrirá este 28 de julio- en un ambiente de unión y reconciliación.
 |
| Cardenal Cipriani – Foto: Arzobispado de Lima |
«Nos preparamos para que en estos próximos días, que estaremos celebrando las Fiestas Patrias nos encuentre unidos en la verdad, en el perdón, en la reconciliación, en ese amor de esa gran familia que somos todos los peruanos», expresó el Cardenal.
En su homilía, el purpurado también exhortó a los fieles peruanos, así como a los hombres y mujeres de buena voluntad, a procurar un corazón que busque la verdad: «Procuremos un corazón sano, humilde, dócil, recto, hay que buscar siempre la verdad, que no haya en nuestro corazón odio, venganza, envidias, violencia. Un corazón que siempre es sensible a recibir y aceptar la verdad, la verdad de mi vida con mis limitaciones».
Al respecto, hizo igualmente un llamado a vivir de acuerdo con esa misma verdad: «vivir conforme a la verdad, un corazón dócil, porque Cristo es el camino, la verdad y la vida». Y recordó las tantas dificultades que los hombres y mujeres enfrentan por causa de la mentira: «hermanos, tantas veces surgen problemas personales, familiares, sociales, políticos, a nivel local y mundial, por la mentira».
El Cardenal Cipriani también hizo referencia durante su homilía al discernimiento entre el bien y el mal, lamentando que en la actualidad, por el relativismo en el que está sumergido el mundo, se quiera plantear que «todo es igual».
Sobre este tema el purpurado recordó que Dios creó al hombre y la mujer y les dio la libertad «para elegir el bien y la posibilidad de equivocarse y elegir el mal», y que Dios le ha dado a cada ser humano «una conciencia que está en su corazón, y es un regalo que cada uno tiene que educar».
Las fiestas patrias en el Perú conmemoran la declaración de Independencia de Lima que ocurrió el 28 de julio de 1821 por parte de José de San Martín.
Ya es tradición en el país suramericano que estas festividades inicien en la mañana con la Santa Misa y el Te Deum, que es el himno de agradecimiento a Dios, que preside cada año el Arzobispo de Lima. Esta celebración religiosa cuenta con la presencia del Presidente del país, y de otras personalidades peruanas, así como de miembros de la Fuerzas Armadas del Perú, que conmemoran su fiesta el 29 de julio.
Con información de la Oficina de Prensa del Arzobispado de Lima.
Deje su Comentario