Los bienes inmobiliarios de Dajla, en Croacia vuelven a la propiedad del Monasterio de Praglia, decidió la Santa Sede

Ciudad del Vaticano (Martes, 02-08-2011, Gaudium Press) Las propiedades inmobiliarias de Dajla, en Croacia, cesadas bajo el régimen comunista en la entonces Yugoslavia, vuelven a las manos originales de los frailes benedictinos del Monasterio de Praglia, Italia; es lo que decidió la Santa Sede sobre la llamada «controversia» entre las diócesis croatas de Porec y Pula y el propio monasterio. Informó la Sala de Prensa de la Santa Sede en un comunicado.

Se trata de una cuestión de «naturaleza propiamente eclesiástica» y de una decisión de la Santa Sede que «mira exclusivamente restablecer la justicia dentro de la Iglesia», aclara el comunicado vaticano. El territorio de Dajla, sobre el cual hoy se creó una «controversia», remonta a los eventos históricos sobre la actual frontera italiana y croata. En la mitad del siglo XX el conde italiano Francesco Grisani ofreció a los benedictinos de la Abadía de Praglia un terreno del entonces Imperio austro-húngaro que hoy se encuentra en la frontera de Croacia. Bajo la dictadura de Tito en 1947 el terreno de la entonces Yugoslavia fue tomado por el gobierno comunista que después fue restituido en 1975 tras el Tratado de Osimo a la diócesis croata de Porec y Pula, pero no a los propietarios originales, los frailes benedictinos de Praglia. En los años Ochenta la diócesis pagó 1,7 billones de liras a los benedictinos con base en el acuerdo.

Un acuerdo final entre la diócesis de Porec y Pula y los frailes benedictinos fue realizado en diciembre de 2010 por la Comisión Cardenalicia instituida en el 2008 para la cuestión. El pasado 6 de julio, «Mons. Santos Abril y Castelló como Comisario «ad Actum», que para este específico tema substituye a la Autoridad eclesiástica local, consintiendo alcanzar finalmente la solución de la controversia también a través de un regular acto notarial» restituyó los bienes a los frailes benedictinos de Praglia, informó el comunicado.

La decisión de la Santa Sede «según criterios de equidad y justicia» determina que «las propiedades inmobiliarias interesadas, aún en posesión de la Diócesis, sean transferidas al ente croata Abbazia d.o.o. enteramente participado por la Abadía de Praglia del donador original que, por causa de vicisitudes históricas, por muchos años no fue respetada. Además, fue requerido a la Diócesis el resarcimiento para la Abadía de Praglia, a título de indemnización para los bienes que la Diócesis previamente enajenó, lo que de cualquier manera no son restituibles».