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Kirkuk (Martes, 02-08-2011, Gaudium Press) Los habitantes de Kirkuk, ciudad al norte de Bagdad, fueron sorprendidos en la mañana de este martes 2, con un acto más de violencia a un templo cristiano en oriente. Esta vez, una iglesia sirio-católica de la Sagrada Familia, localizada en un barrio pobre de la ciudad iraquí, fue blanco de una explosión, que dejó el templo parcialmente destruido, dejando cerca de 20 personas heridas, entre las cuales niños y religiosas. Según informaciones de la policía local, otras dos bombas fueron desactivadas en las proximidades de la iglesia.
En entrevista con Radio Vaticana, el Arzobispo de Kirkuk, Mons. Louis Sako, relató detalles sobre la explosión. Según el prelado, a las 5:30 horas, horario local, una bomba explotó cerca del muro de la iglesia. «Entre la iglesia y las casas no hay mucha distancia. Tantas casas fueron destruidas y muchos autos incendiados. Fui a ver la iglesia y después visité los heridos en el hospital y entre ellos están varios cristianos. Es una cosa horrible», dijo.
Todavía no hay informaciones oficiales si la explosión fue realmente un atentado pero, el hecho sucedió en el segundo día del Ramadán, período sagrado de 30 días para los musulmanes. El acto de violencia intrigó e indignó al arzobispo. «Es pecado matar personas inocentes, principalmente durante este mes y, entonces, ¿porqué lo hicieron?», indagó Mons. Sako.
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