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La ordenación fue presidida por Mons. Paul Toshihiro Sakai, en la basílica romana de San Eugenio.
Fotos: Flickr / Prelatura de la Santa Cruz y Opus Dei.
Redacción (28/05/2024, Gaudium Press) En la mañana del pasado sábado 25 de mayo, Mons. Paul Toshihiro Sakai, obispo auxiliar de Osaka-Takamatsu (Japón), presidió la ordenación de 29 nuevos sacerdotes de la prelatura del Opus Dei. La ceremonia litúrgica tuvo lugar en la Basílica romana de San Eugenio y contó con la presencia de familiares y amigos de los ordenandos.
Los nuevos sacerdotes procedían de 19 nacionalidades diferentes de los cinco continentes: Australia, Austria, Brasil, Camerún, China, Congo, El Salvador, España, Estados Unidos, Filipinas, Francia, Italia, Japón, México, Nigeria, Paraguay, Kenia, Suecia y Suiza.
El sacerdote no debe vivir para sí mismo
En su homilía, Mons. Sakai recordó a los ordenandos que el sacerdote ya no debe vivir para sí mismo, sino para aquel que murió y resucitó por él (2 Corintios 5, 15). Además, el sacerdote católico debe ser un buen pastor, como Cristo y una buena oveja que escucha la voz del Buen Pastor y la sigue.
Poco después, el prelado presentó un proverbio japonés a los nuevos sacerdotes: “Cuanto más crece un grano de arroz, más se dobla”. Luego explicó que “cuanto más experiencia adquieres como sacerdote, más importante es que te vuelvas más humilde. Si eres humilde, darás más frutos”.
El sacerdocio es un gran don para toda la Iglesia
Al finalizar la ceremonia, el prelado del Opus Dei, monseñor Fernando Ocáriz, expresó su agradecimiento y cariño a los nuevos sacerdotes y a sus familias que “experimentaron de manera especial la cercanía de Dios. El sacerdocio es un gran don para vosotros y para toda la Iglesia, y nos anima a poner en práctica lo que San Josemaría nos recomendaba: vivir en continua gratitud a Dios”, concluyó. (EPC)
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