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Ankara (Viernes, 02-09-2011, Gaudium Press) Un decreto publicado en la Gaceta Oficial el pasado fin de semana confirma que el gobierno de Turquía devolverá las propiedades que fueron confiscadas a minorías religiosas desde el año de 1936, particularmente de cristianos y judíos.
La gran mayoría de cristianos debieron huir del país durante la Primera Guerra Mundial y la Guerra de Independencia Turca, cuando cientos de miles de armenios fueron masacrados y millones de griegos fueron deportados. Tras los hechos, Turquía confiscó propiedades como colegios, hospitales y cementeros, por valor de miles de millones de dólares.
En la actualidad, en el país se encuentran sólo cerca de 100.000 cristianos y 25.000 judíos. La amplísima mayoría de los turcos son musulmanes, 74 millones.
El problema de la libertad religiosa en Turquía
«Nosotros escuchamos bellas palabras, pero concretamente las cosas no se mueven mucho para los cristianos». Con estas frases -recogidas por el diario francés La Croix- se expresaba en meses pasados un observador de la situación religiosa en Turquía. La entrega de las propiedades confiscadas parecería un hecho concreto en ese mar de solo buenas intenciones expresadas.
Entretanto, diversos observadores no pierden de vista que Turquía está pleiteando su ingreso a la Unión Europea, y que este se ha visto obstaculizado por las limitaciones que coloca a la libertad religiosa particularmente de los cristianos. Además, Europa y el mundo cristiano aún tienen en la memoria el recuerdo del terrible asesinato de Mons. Luigi Padovese -presidente de la Conferencia Episcopal Turca – el 3 de junio del año pasado, a manos de un fanático musulmán en la residencia del prelado.
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