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San Pablo (Miércoles, 28-09-2011, Gaudium Press) En su más reciente artículo, titulado «¿Crisis en la Iglesia? La respuesta es la evangelización», el Arzobispo de San Pablo, el Cardenal Odilo Pedro Scherer, trata, principalmente, del asunto de la nueva evangelización como forma de disipar esta posible crisis envolviendo a la Iglesia Católica tan cantada en la actualidad por diversos segmentos de la sociedad.
Teniendo como tela de fondo la peregrinación de la cruz y la imagen de Nuestra Señora de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en la Arquidiócesis de San Pablo, y las diversas diócesis del área metropolitana de la capital paulista, el purpurado, de hecho, trata un asunto más complejo no solo para la Iglesia paulistana, sino para la Iglesia del país y el mundo: la crisis en la Iglesia.
Conforme el Cardenal Odilo, el pasaje de la cruz y del ícono de Nuestra Señora por San Pablo, representa un tiempo de renovación de nuestro compromiso con la obra del Evangelio. Difusión maciza de las palabras de Jesús, esto sería, según el Cardenal, la solución para los problema enfrentados actualmente por la Iglesia. De acuerdo con el purpurado, el Papa Benedicto XVI no se cansa de impulsar a toda la Iglesia para una nueva evangelización.
A fin de contextualizar la situación que permite afirmar la vivencia de una crisis en el seno de la Iglesia, el Cardenal Odilo expresa que números de diversos levantamientos e investigaciones han mostrado que la adhesión a la religión tradicional y a la Iglesia está disminuyendo. «Hay, sí, mucha religiosidad y oferta de beneficios religiosos, como parte del mercado consumista, pero no como búsqueda y anuncio de Dios y de su Reino; el nombre de Dios se tornó una especie de ‘marca’ para productos, capaces de satisfacer deseos y de generar mucho lucro», dice.
Entretanto, según el Cardenal Scherer, delante de estos números y este escenario, no se debe entrar en pánico, ni tampoco apelar a soluciones mágicas. Apuntar culpables y relacionar todo con alguna cuestión interna de la Iglesia, como el celibato del clero, la liberación del aborto y aprobación del divorcio o de las uniones homosexuales tampoco es la solución, conforme el prelado. «Son lugares comunes y recursos fáciles para análisis superficiales», afirma.
Para el prelado, la respuesta a la crisis tampoco pasa por esconder el Evangelio para contar con la simpatía de las personas. «Ya decía San Pablo que algunos pretenden esconder la cruz de Cristo, para tornar el Evangelio simpático… ¿Puede haber Cristo sin cruz? ¿Evangelio, sin la vía dolorosa?», cuestiona el purpurado.
Por último, exhortando a los jóvenes a mirar hacia la Cruz de Jesús y no desanimar, porque durante 2 mil años ya fueron muchas las crisis enfrentadas por la Iglesia, el Cardenal Odilo afirma que la respuesta para estas nuevas cuestiones es «evangelizar de nuevo y con nueva consciencia de que somos todos servidores de una obra que no es nuestra, sino de Cristo y de Dios».
«¡Coraje, por tanto! ¡Él nunca abandona la obra de su amor!», concluye el purpurado.
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