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México, Distrito Federal (Martes, 04-10-2011, Gaudium Press) El pasado sábado primero de octubre se llevó a cabo la vigésima edición del Rosario Viviente que cada año se realiza en la capital mexicana.
El Estadio Azul, sede habitual del evento, contó con la presencia de más de 10 mil personas de las diferentes vicarías que conforman la Arquidiócesis de México, las cuales se distinguían por el color de la vestimenta que utilizaban. Los asistentes ofrecieron su oración por la paz y la seguridad en la nación azteca.
Las diferentes comitivas contaron con la presencia de sus respectivos obispos auxiliares.
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| Rosario Versión 2010 – Foto: Caballeros de Colón – México |
El evento inició a las 16:00 horas con varios conjuntos musicales católicos que amenizaron hasta que comenzó el rezo del Rosario. En un ambiente lleno de alegría y amor a Dios y a su Santísima Madre, los asistentes cantaron y lanzaron vítores a Jesús Eucaristía y a la Virgen de Guadalupe.
En representación del Arzobispo Primado de México, el Cardenal Norberto Rivera Carrera, quien en esta ocasión se vio imposibilitado de asistir al evento según su costumbre, habló el obispo Mons. Armando Colín, vicario episcopal de la I Vicaría. Mons. Colín expresó que el encontrase reunidos ahí «es un signo de unidad y comunión con la Iglesia peregrina en nuestra amada Nación, la República Mexicana».
Posteriormente destacó que: «es motivo de gratitud y de oración el reconocimiento de la protección a la vida que la Constitución México otorga a todo mexicano desde el momento de su concepción hasta su muerte natural».
El tema del Rosario, que en esta ocasión se presentó como apoyo al V Congreso Eucarístico Nacional a llevarse a cabo durante esta semana, fue «La Eucaristía, mesa fraterna para la reconciliación y la paz», como declaró Mons. Pedro Agustín Rivera, responsable de la Comisión de Eventos Evangelizadores Multitudinarios de la Arquidiócesis de México.
Mons. Rivera aprovechó para ofrecer el Rosario en acción de gracias por la intercesión alcanzada ante el fallo positivo de la Corte suprema mexicana en defensa de la vida. Así mismo, aprovechó para comunicar a los asistentes la buena nueva de la beatificación de la madre María Inés Teresa Arias, de quien dijo que, junto con Juan de Palafox, Teresa de Calcuta y Juan Pablo II, es ejemplo del llamado que todo católico tiene hacia la santidad.
Etapas representativas de la vida de los beatos, fueron escenificadas entre los Misterios Luminosos del rosario.
El Papa Benedicto XVI mandó un mensaje en el cual invitaba a los participantes a «profundizar su fe en la presencia real de Cristo en el Santísimo Sacramento del Altar, verdadero Culmen y Raíz de la vida cristiana, para que, alimentándose con frecuencia del Cuerpo y la Sangre de nuestro Redentor, puedan dar en el mundo un testimonio eficaz de fe y caridad, y comprometerse con esperanza en la construcción de una sociedad que sepa encontrar en los valores evangélicos la fuente de una convivencia serena y concorde».
Para concluir el evento, se llevó a cabo una Solemne Adoración Eucarística, y después de recibir la Bendición Eucarística, los participantes despidieron al Santísimo Sacramento entre ovaciones.
Con información de SIAME – Arquidiócesis de México
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