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Tijuana, Baja California (Jueves, 05-10-2011, Gaudium Press) El V Congreso Eucarístico Nacional con el lema «Denles Ustedes de Comer», dio inicio hoy en la Ciudad de Tijuana, México con la presencia de más de 80 circunscripciones eclesiásticas del país que incluyen Arquidiócesis, Diócesis y Prelaturas.
Ante centenas de personas, el saludo inaugural estuvo a cargo de Mons. Piero Marini, Presidente del Comité Pontificio para los Congresos Eucarísticos Internacionales y la primera misa fue oficiada por Mons. Christophe Pierre, Nuncio Apostólico en México.
Después de haber agradecido la invitación recibida por el país, Mons. Marini expresó en su discurso que México «ha encontrado sus expresiones más completas en la fe cristiana» y que el país tiene una gran vocación americana y mundial la cual le abre las puertas al futuro.
Mons. Marini resaltó los tres puntos que todo congreso eucarístico debe tener: «la dimensión celebrativa, la evangelizadora y la social».
La dimensión celebrativa ayuda a descubrir en el don de la Eucaristía «el inestimable poder del «cuerpo donado y la sangre derramada» como principio, forma y fin de la existencia cristiana y de la acción de los bautizados».
Y señaló: «En este sentido, aunque la práctica espiritualmente fecunda del culto eucarístico diversamente celebrado por tantas asociaciones populares, se tendrá que integrar en la óptica mas general de una eclesiología eucarística orientada hacia la comunión».
La dimensión anterior se conjunta con la misionero-evangelizadora, «según la cual la mesa eucarística representa el centro difusor del fermento del Evangelio, la fuerza propulsiva para la construcción de la sociedad humana y, juntamente, la garantía del Reino que viene…» Ya que «solamente el pueblo de Dios reunido en unidad y concordia, es capaz de convencer al mundo.»
La dimensión socializadora se enfoca en la construcción del «reino social de Cristo» que no es más que «el descubrimiento de la centralidad de Cristo presente en la Eucaristía, Sacramento de Salvación destinado al hombre como individuo y como miembro de la sociedad.»
Mons. Marini concluyó deseando a los asistentes que el congreso sea motivo de crecimiento en el camino a la santidad y que aumente el empeño por trabajar en pro de la reconciliación y la paz.
Por su parte, Mons. Christophe Pierre resaltó en su homilía que la celebración Eucarística es el centro para una pastoral evangelizadora y misionera. «La Mesa eucarística, mesa del sacrificio y de la comunión, es el centro difusor del fermento del Evangelio, fuerza propulsora para la construcción de la sociedad humana y prenda del Reino que viene», dijo.
Mencionó que se reconoce el rostro de Cristo en los hermanos a través de la Eucaristía, la cual es el medio que nos lleva a salir al encuentro de la pobreza. Y recalcó: «En este nuestro mundo es indispensable y urgente recordar al hombre que además del pan material para vivir, existe otro pan del que el corazón humano tiene necesidad; un pan que viene del cielo; un pan que es Cristo mismo y que se nos entrega.
«Hay que recordarlo a los hombres y mujeres de hoy, particularmente a quienes recorren la existencia caminando a nuestro lado. Y hay que recordarlo también nosotros que, habituados a la práctica eucarística, con no poca frecuencia necesitamos dejarnos tocar por el asombro y caer repetidamente en la cuenta de la grandeza del don que recibimos.»
Y concluyó: «El mundo y el hombre de hoy tiene hambre de solidaridad, de reconciliación y de paz. Tiene hambre de Dios. Tiene hambre y sed de Cristo Jesús: ¡Denles ustedes de comer!»
El Congreso Eucarístico es seguido en vivo por internet, y muchas parroquias Mexicanas se han unido en oración al mismo, haciendo de esta una semana de profunda oración y adoración Eucarística. Al mismo tiempo, las plegarias universales emitidas para el congreso son elevadas al cielo durante las misas en diferentes puntos del país.
Gaudium Press / Ma. del Carmen Sierra Torre
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