Prefecto de la Signatura Apostólica concede entrevista con ocasión de su primer año como cardenal

Washington (Martes, 29-11-2011, Gaudium Press) Con ocasión del primer año de habérsele otorgado la púrpura cardenalicia, el Cardenal Raymond Burke concedió una relevante entrevista a EWTN, de la cual resaltamos algunos de sus importantes aspectos.

El Cardenal Burke, nacido en Richland Center, Wisconsin, en los EE.UU., es prefecto del Supremo Tribunal de la Signatura Apostólica, y fue arzobispo de San Louis del 2003 al 2008. «Ha sido un año muy bueno, es lo que debo decir, y ciertamente he llegado a comprender más plenamente aquello que es dar este servicio al Santo Padre y espero que lo esté haciendo mejor», declaró el purpurado a David Kerr de EWTN.

Para el Card. Burke, la Nueva Evangelización debe empeñarse en una fuerte educación religiosa en los EE.UU.

El Cardenal Burke no deja de ser un ferviente patriota por vivir desde hace tres años en Roma, y es desde este sentimiento nacional que considera que hay una lucha cultural en su país. «Es una guerra» declaró, «entre la cultura de la secularización, la cual es bastante fuerte en nuestra nación» y «la cultura Cristiana, la cual ha marcado la vida de los Estados Unidos fuertemente durante los primeros 200 años de su historia».

Afirmó el purpurado que es «un asunto crítico en este tiempo que los cristianos se afirmen en favor de la ley natural», especialmente en defensa de la vida y la familia. «Si los cristianos no se posicionan fuertemente, dando un fuerte testimonio e insisten en aquello que es recto y bueno tanto para los individuos como para la sociedad», «esta secularización de hecho predominará, y nos destruirá», advirtió.

Entretanto, el Cardenal no tiene una visión pesimista, cree que las «cosas están yendo mejor» en América y que «la gente joven entiende mucho mejor la quiebra de una cultura totalmente secularizada pues ellos han crecido con ella», dijo.

Sin embargo, el purpurado piensa que hay signos de persecución que amenazan a la Iglesia en los EE.UU., por ejemplo en asuntos como la adopción o la acogida temporal de chicos, en los que la Iglesia ha tenido que retirarse para no comprometer sus principios.

Este tipo de tendencias anti-Catolicismo podrían llegar a un punto en el que la Iglesia «incluso por anunciar su propia enseñanza», sea acusada de «participar en actividades ilegales, por ejemplo, en su enseñanza sobre la sexualidad humana.» Preguntado si él imaginaría a católicos americanos siendo arrestados alguna vez por predicar su fe, el Cardenal replicó: «Yo puedo ver eso ocurriendo, sí».

No obstante, el Cardenal Burke tiene grandes esperanzas en la Nueva Evangelización en los EE.UU., la cual debe empeñarse en la vigorización del núcleo familiar, una fuerte educación religiosa, y un reverente culto litúrgico.

La familia, apuntó el purpurado, es donde un niño «aprende primero las verdades de la fe: Primeras oraciones, primeras prácticas de su vida en Cristo». Pero también la propia misa es la «fuente de nuestra sólida enseñanza, de nuestro testimonio sólido» y también «la expresión más hermosa y plena que le damos a esa enseñanza».

Con relación a la liturgia el purpurado señaló que tiene la expectativa que el rito de la misa en Latín, hoy conocido como ‘forma extraordinaria de la misa’, y el rito moderno o ‘forma ordinaria’. sean combinados en un solo rito normativo, e insinuó que tal iniciativa cuenta con el favor del Papa.

«La celebración de la misa en la forma extraordinaria es ahora cada vez menos contestada», afirmó el Cardenal. «Las personas están viendo la gran belleza del rito como era celebrado prácticamente desde el tiempo del Papa Gregorio el Grande», en el S. VI. Son muchos los católicos que ven ahora que la ‘forma ordinaria’ de la misa, celebrada en las lenguas modernas, «puede ser enriquecida por elementos de esa larga tradición», dijo.