Menú 
San Juan del Rey (Miércoles, 30-11-2011, Gaudium Press) Los símbolos de la Jornada Mundial de la Juventud -la Cruz Peregrina y el Ícono de la Virgen- continúan su peregrinación por las diócesis de Brasil. La caminata que comenzó el día 18 de septiembre en San Pablo, ya recorrió diversas ciudades y ahora finaliza una etapa más con su pasaje por el histórico municipio de San Juan del Rey, en el estado de Minas Gerais.
La recepción fue el pasado domingo donde cerca de 1.500 personas enfrentaron la lluvia para recibir con alegría, los símbolos oficiales de la Jornada Mundial de la Juventud. El Ícono de Nuestra Señora y la Cruz llegaron de la Arquidiócesis de Juiz de Fora traídos por la comitiva de jóvenes de la Diócesis de San Juan.
Debido a las condiciones adversas del tiempo durante todo el día, la programación del Pasaje de los Símbolos sufrió modificaciones, pero la juventud que aguardaba ansiosa este momento, consiguió expresar sus sentimientos al cargar los símbolos al interior del Santuario del Señor Buen Jesús de Matosinhos, donde fue celebrada la Santa Misa de acogida.
Al son de músicas que fueron preparadas especialmente para la ocasión por un gran coro de jóvenes, la Cruz y el Ícono de Nuestra Señora, de la Jornada Mundial de la Juventud, entraron en procesión al Santuario.
Jóvenes y padres de varias ciudades de la Diócesis, además de varios fieles y peregrinos, llenaron el Santuario. Quien no consiguió llegar al lugar, tuvo la oportunidad de acompañar todos los detalles a través de la trasmisión en vivo -vía internet- producida por el site de la Diócesis de San Juan Del Rey.
A partir de mañana, los símbolos de la Jornada Mundial de la Juventud estarán visitando las diócesis que componen la Regional Noreste 3 de la Conferencia Nacional de Obispos del Brasil que abarca los estados de la Bahía y Sergipe.
La Regional Este 2 -donde está San Juan del Rey- vivirá una segunda etapa de la peregrinación programada para marzo de 2013. En ese período serán visitadas las diócesis del Sur de Minas, Triángulo Minero y el estado de Espíritu Santo.
Deje su Comentario