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Montevideo (Jueves, 29-12-2011, Gaudium Press) Católicos uruguayos están viviendo un verdadero drama este fin de año. La preocupación existe en torno a la aprobación por parte del Senado del proyecto de ley que legaliza el aborto en las 12 primeras semanas de gestación. La votación ocurrió en la última sesión de la corporación y ahora va a la Cámara de Diputados que, incluso habiendo concluido los trabajos del 2011, ya señaliza la aprobación del proyecto. Lo que torna las cosas todavía más difíciles es el hecho de que el presidente de Uruguay, José Mujica, declaró que «no usará su posibilidad de veto en esta materia».
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| Manifestación contra la ley de aborto en Uruguay |
Después de nueve horas de debate, el proyecto de ley fue aprobado por 17 de los 31 senadores presentes, en su mayoría del Frente Amplio y un voto de un senador del Partido Nacional, de oposición.
El texto del proyecto afirma que «toda mujer mayor de edad tiene el derecho de decidir la interrupción voluntaria del embarazo durante las primeras doce semanas de gestación». El plazo no se aplica si el embarazo fue producto de estupro, si hay riesgo para la salud de la mujer o si existen «problemas fetales graves, incompatibles con la vida fuera del útero».
Con la aprobación del proyecto, todos los servicios de salud, públicos y privados, tendrán la obligación de realizar el aborto de forma gratuita si fueren solicitados.
La ley vigente, aprobada en 1938, pune con entre tres y nueve meses de prisión a la mujer que realiza un aborto no autorizado.
La Iglesia Católica uruguaya ya anunció que declarará la excomunión de los legisladores que se posicionen a favor de la descriminalización del aborto. En las últimas décadas, hubo varios intentos de legalizar la práctica del aborto en Uruguay.
La Conferencia de los Obispos de Uruguay, a través de su presidente, Mons. Jaime Fuentes, publicó una nota dirigida a los senadores criticando duramente la aprobación del proyecto. El prelado relata la visita que hizo al inicio del mes a una penitenciaria femenina donde tuvo el contacto con dos internas que viven con sus hijos; una niña de un año y medio y otra de dos años.
«Daría la propia vida»
Según Mons. Jaime «una de las mujeres me pidió que las bautizase; a ella y a su hija. Pregunté sobre el padre del niño y la madre, no sabía decir quién era, pero, afirmó que, por su hija, daría la propia vida».
El presidente de la Conferencia Episcopal afirma también que el relato de esta visita no es para contar apenas una «pequeña historia conmovedora», sino mostrar que son «mujeres uruguayas de verdad, sin ideologías y con mucho peso en las espaldas por estar presas porque robaron y practicaron otros delitos, pero tienen bien claro que la vida es sagrada, divina, en el sentido más espontáneo y fuerte de la palabra».
Mons. Fuentes cuestiona a los senadores preguntando sobre lo que pretenden con la ley del aborto. «¿No es suficiente la violencia diaria de la cual padecemos y quieren facilitar aún más la mayor de ellas matando a los niños en el vientre de sus madres? ¿Piensan que, tornando el aborto legal, esta práctica dejará de ser crimen que agrava la consciencia de la mujer que lo practica? ¿Piensan que esta ley es progresista porque con ella, la mujer decidirá sobre su propio cuerpo? Estas son ideas que no corresponden al pensamiento de la mujer uruguaya».
Mons. Jaime Fuentes termina su mensaje afirmando que «estamos en tiempos que reclaman la grandeza de espíritu y por eso, busquen soluciones humanas a la mayor y más humana de las situaciones. Ustedes tienen capacidad de encontrarla».
Gaudium Press / Luciano Batista
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