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Ciudad de México (Viernes, 17-02-2012, Gaudium Press) Una invitación a orar y a prepararse adecuadamente para la próxima visita del Santo padre Benedicto XVI a México y Cuba son el centro del mensaje en video que Mons. Carlos Aguiar Retes, Arzobispo de Tlalnepantla y Presidente de la CEM ha enviado a las familias mexicanas. Esta alocución coincide con la presentación oficial de la oración preparatoria para la visita papal, con la cual la Iglesia mexicana invita a unirse a todos los católicos del mundo para un mayor fruto espiritual del viaje del Santo Padre.
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| Mons. Aguiar pidió oraciones por la próxima visita del Papa a su país |
En el mensaje, Mons. Aguiar recordó que la familia es la «célula básica de la sociedad, donde se genera la experiencia del amor gratuito que es el amor de Dios», y resaltó la vital importancia de la misma como núcleo de la educación y el lugar donde «se transmite la fe y donde se puede apreciar la presencia de Dios». Tomando la expresión del beato Juan Pablo II, se refirió a la familia bajo el título de «Iglesia Doméstica».
«A estas iglesias domésticas me dirijo, para animarlas a que hagan oración por la próxima visita del Santo Padre», instó el Prelado, quien recordó que la preparación no es sólo anímica o de «entusiasmos». Invitó, además, a compartir la alegría de este acontecimiento más allá del núcleo familiar más cercano, irradiándola a todos los parientes. «Este hecho de la visita del Santo Padre debe ser compartido en la fe y en la experiencia humana, particularmente de la familia». Como conclusión, Mons. Aguiar deseó que, a través de la visita de Su Santidad, «el Señor compense con sus bendiciones todos los anhelos y desvelos de cada una de sus familias».
El texto propuesto por la Iglesia Mexicana como oración preparatoria a la visita de Su Santidad Benedicto XVI es el siguiente:
«Dios nuestro, que en tu providencia quisiste fundar tu Iglesia sobre la roca de Pedro, el jefe de los Apóstoles, mira con bondad a nuestro Santo Padre Benedicto XVI, y ya que lo has constituido Sucesor de Pedro, concédele que sea para tu pueblo principio y fundamento visible de la unidad en la fe y de la comunión en el amor. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén».
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