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Chile (Lunes, 20-04-2009, Gaudium Press) A pocas horas de asumir el nuevo Obispo de la Diócesis de Villarrica -décima región de Los Lagos- Monseñor Sixto Parzinger hizo público ayer su mensaje de despedida, en que agradece infinitamente a Dios, a sus colaboradores y a todos los fieles de la diócesis que lo siguieron y trabajaron junto a él.
Asimismo el Obispo reconoce la dificultad que implica desvincularse del trabajo que realizó por más de 30 años, pero advierte que hay un nuevo camino que se abre hacia el encuentro con Dios.
“Despedir es un poco morir, dice un refrán. Nos cuesta sacar las raíces que se formaron en largos años y empezar de nuevo en otra parte. Pero en Dios siempre se encuentra la fuerza necesaria para hacerlo. En Él siempre hay un nuevo comienzo, nuevas perspectivas, motivaciones razones de su divina sabiduría para guiar nuestros caminos hacia Él, para que crezcamos en el hombre interior y maduremos para llegar a Él”, señaló el Pastor.
En sus palabras Monseñor Parzinger expresa la profunda alegría que siente de poder servir a Dios y al prójimo, en el cuidado y educación de las comunidades; especialmente del Pueblo Mapuche. Respecto a éstos el Obispo señala: “sería mi alegría más grande que fueran reconocidos como pueblo originario de Chile, y puedan vivir en paz con suficiente terreno para sus familias”.
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