viernes, 26 de abril de 2024
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“En nuestra vida, y en la vida de la Iglesia, la última palabra es Jesucristo”, dijo Arzobispo de Santiago de Chile durante celebración de Domingo de Ramos

Santiago (Lunes, 02-04-2012, Gaudium Press) Desde muy temprano cientos de fieles comenzaron a repletar los escaños de la Catedral Metropolitana para ser partícipes de la festividad de Domingo de Ramos, celebración que fue presidida por el Arzobispo de Santiago, monseñor Ricardo Ezzati y concelebrada por numerosos sacerdotes de la arquidiócesis.

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Mons. Ezzati durante la celebración

Cercano al mediodía, la procesión hizo ingreso al Templo en medio de los asistentes quienes recibieron al obispo celebrante agitando sus ramos en alto y entonando con alegría el himno de entrada. La celebración estuvo marcada por la tradicional bendición de los ramos y la lectura de la Pasión según San Mateo que fue seguida con mucho fervor y recogimiento por la comunidad.

«La última palabra es Jesucristo vencedor de la muerte»

«Iniciamos la Semana Mayor de la Iglesia, la Semana Santa, semana en que fijamos nuestros ojos y nuestros corazones en el Señor Jesús que nos salva a través del misterio de la cruz. ¿Por qué Jesús habrá aceptado morir en la cruz, por qué escogió ese camino?», preguntó monseñor Ezzati al iniciar su homilía.

Ramos 5.jpg«Porque la cruz no es la última palabra, la derrota no es la última palabra. La última palabra es la vida, es la resurrección. La última palabra es la misericordia. La última palabra es Jesucristo vencedor de la muerte», expresó a los fieles presentes.

Y agregó: «En nosotros, la última palabra tampoco es la derrota, no podemos dejarnos aplastar por el mal, por el pecado, porque no tienen la última palabra. En nuestra vida, y en la vida de la Iglesia, la última palabra es Jesucristo».

En este mismo sentido, el prelado destacó que este no es un tiempo de desolación ni abatimiento, sino que es un tiempo para abrir el corazón a la esperanza, a la fe. «Esta es la tarea que nos dejó Jesús, entremos entonces en este dinamismo de la fe», dijo.

 

 

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