Cardenal Cipriani, en Perú, llamó a "promover una cultura de la paz obedeciendo la ley"

Lima (Martes, 17-04-2012, Gaudium Press) Un fuerte llamado a ser promotores de paz siempre respetando la ley y las instituciones fue la exhortación que hizo el Cardenal Juan Luis Cipriani, Arzobispo de Lima, a los fieles de Perú, durante la celebración de la Santa Misa de la Fiesta de la Divina Misericordia que presidió el pasado domingo 15 de abril en la Basílica Catedral de Lima.

El Cardenal Cipriani hizo un llamado a los fieles para que luchen y obtengan la paz interior que es dada por Dios

En la ocasión el purpurado señaló: «Tenemos que promover una cultura de paz obedeciendo la ley, cumpliendo nuestros deberes familiares, escolares, deportivos y políticos. Cumpliendo esos deberes podemos exigir los derechos».

Al respecto, comentó que muchas personas hablan de paz, especialmente en contextos de guerra cuando se dice «hay que conquistar la paz en esos lugares de terrorismo» -como expresó-, pero dijo que la verdadera paz que se debe alcanzar es la que viene del corazón, al interior del hogar, en el trabajo, y en la forma como se cumplen los deberes de cada día.

En este sentido, el Cardenal Cipriani, hizo un llamado a los fieles para que luchen y obtengan la paz interior que es dada por Dios: «La paz interior la entrega Dios. Y cuando llevas una vida unida a Cristo, el Espíritu Santo te da un ambiente de paz interior, de serenidad, paciencia y calma».

Dijo, además, que para alcanzar la paz que nace de adentro, es necesario «salir del pecado, dejar de lado el egoísmo, la cólera, los malos pensamientos, los deseos de impureza y la soberbia», y que es preciso llevar una lucha interior: «hay que luchar para que el demonio no tenga lugar en tu alma», agregó.

Concluyendo su llamado referente a la paz, el Arzobispo de Lima, invitó a todos a ser discípulos de Cristo y misioneros de la paz, recordando que «si solo me acuerdo de mis derechos, y no de mis deberes, no habrá tranquilidad nunca».

Durante la homilía, el Cardenal también hizo referencia a la liberación de los rehenes que desde el pasado 9 de abril permanecieron secuestrados en manos de terroristas en la provincia de La Convención, en Cusco, cuya liberación tuvo lugar el pasado fin de semana, así como el rescate de unos mineros que quedaron atrapados en una mina.

El Arzobispo reconoció la labor de las autoridades y de las Fuerzas Armadas y Policiales de Perú y manifestó su alegría por el retorno de los 36 secuestrados, y de los mineros: «Esta semana nos hemos alegrado con dos hechos. El primero fue la ayuda que todos han prestado a ese grupo de hermanos nuestros atrapados en una mina. Ese apoyo de todos trajo la alegría y la paz a un grupo de familias (…) Pocos días después veíamos nuevamente un acto de violencia terrorista. La valentía y servicio de hermanos nuestros de las Fuerzas Armadas y policiales han conseguido también recuperar la paz para un grupo de familias, pero al costo alto de dar sus vidas. No seamos cómodos mirando desde lejos cómo unos peruanos matan a otros peruanos y nosotros seguimos en nuestra comodidad de la vida diaria».

Con información de la Oficina de Comunicaciones y Prensa del Arzobispado de Lima.