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Glencairn (Martes, 24-04-2012, Gaudium Press) Las religiosas de clausura de la abadía de Santa María en Glencairn, Irlanda, son las encargadas de fabricar 250 mil hostias para el próximo Congreso Eucarístico Internacional. «Nos sentimos muy, muy privilegiadas de trabajar para el Congreso Eucarístico», afirmó Sor Fiachra Nutty, vocación tardía de la Orden Cisterciense, en entrevista para Radio Vaticano. «Toda nuestra existencia gira en torno a la celebración eucarística, al ser una orden de clausura no dejamos nuestra sede, estamos muy enfocadas en Dios y su presencia acá con nosotras»., afirmó. Las religiosas dedican su oración hace varios meses a implorar por los frutos espirituales del evento.
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| La Abadía de Santa María es el único monasterio cisterciense para mujeres en Irlanda. |
Sobre los detalles de la fabricación del pan para las Eucaristías, la religiosa explicó que sólo se usarán dos ingredientes: una harina especialmente fabricada para el uso religioso y el agua de los manantiales de Glencairn. Las hostias no tendrán diseños, de acuerdo a la tradición de la congregación: «Nuestro énfasis como Cistercienses es hacer la vida tan simple como sea posible y enfocada solo en Dios», explicó Sor Fiachra, «así que tendemos a apartarnos de hacerlas adornadas en modo alguno».
«La diferencia es que el pan que hacemos es más sustancial que otros», explicó la religiosa, quien afirmó que las hostia serán «un poco más gruesas». Los tamaños, que varían desde las hostias de gran tamaño usadas en las catedrales hasta las hostias pequeñas para distribuir a los fieles, se adecuarán a los lineamientos de la liturgia. «La idea es seguir las instrucciones generales del Misal Romano de la época de la liturgia renovada del Vaticano II, que sugirió que hiciéramos hostias lo suficientemente grandes para ser partidas y compartidas», comentó Sor Fiachra.
Pero mucho más importante que la preparación material de los elementos litúrgicos es la preparación espiritual hacia el Congreso Eucarístico. Esta labor interior ha sido pesta en marcha desde hace varios meses en la abadía. «Todo nuestro ser en los últimos meses ha estado concentrado en orar por los frutos del Congreso, porque no es nuevo para nadie que nuestra Iglesia experimenta grandes dificultades», expuso la religiosa. «Realmente vemos este Congreso como una forma de reconstruir la Iglesia».
La participación de las Cistercienses en las actividades del Congreso Eucarístico Internacional será diferente, y ya ha comenzado, siempre en el interior de la abadía. «Hemos aprendido con gran alegría el himno del Congreso, así que estamos extendiendo el mensaje en canción. También tenemos la alegría de poder seguir todos los eventos a través de Internet. Así que nos sentimos muy parte del Congreso, aunque observamos nuestras reglas de clausura estrictamente», explicó Sor Fiachra. «En espíritu y oración nos uniremos a toda la Iglesia».
Con información de Radio Vaticano.
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