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Buenos Aires (Martes, 24-04-2012, Gaudium Press) Los Obispos de Argentina, reunidos en la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal durante la semana del 23 al 28 de abril, estudian el anteproyecto de reforma del Código Civil argentino, que dispone cambios significativos en temas sensibles de respeto al derecho a la vida y protección de la familia. El Arzobispo José María Arancedo, Presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, anticipó que los prelados podrían emitir un documento con la posición de la Iglesia al respecto de estos temas.
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Mons. Héctor Aguer, Arzobispo de La Plata, aprovechó su alocución televisiva semanal para denunciar los aspectos más controvertidos de la reforma. El prelado advirtió que, a pesar de ser un documento muy extenso (793 páginas) que no tuvo mayor impacto sobre la opinión pública, su contenido es de gran importancia. «Algunos de los temas», afirmó Mons. Aguer, «implican alteraciones muy graves contra la constitución de la familia y la dignidad de la vida humana».
Entre los graves cambios introducidos se encuentra una alteración de la definición del comienzo de la vida humana, que la circunscribe a aquella que se concibe o se implanta en el cuerpo de la mujer a través de la reproducción asistida. Esto constituye para el Arzobispo «una diferencia injustificable desde el punto de vista científico; se reconoce como persona humana desde el momento de la concepción aquella que es engendrada en el cuerpo de la mujer, pero no la que inicia su trayecto vital en una probeta». Una ley así redactada permitiría la producción y manipulación de embriones en laboratorio.
Mons. Aguer también denunció la legalización del «alquiler de vientres» o maternidad subrogada: «La aprobación de las técnicas de procreación artificial legalizan la gestación por sustitución, con lo cual se introduce la confusión en la realidad entrañable de la maternidad ¿a quién deberá reconocer por madre el niño que es fruto de tal experimento?», cuestionó el prelado, quien también criticó la legalización de la donación de gametos, práctica ya común en Argentina.
La protección a la familia también se ve amenazada con varias propuestas de reforma, entre las cuales el Arzobispo destacó el reconocimiento de las parejas homosexuales, la eliminación del deber de fidelidad en el matrimonio y la simplificación del proceso de divorcio. «En el anteproyecto se banaliza además del matrimonio, el divorcio, que pasa a ser lo que se llama ‘divorcio express’. El trámite va a durar una semana», denunció Mons. Aguer.
El prelado también advirtió que en el proyecto de reforma «se crean las figuras de ‘uniones convivenciales’ para las parejas no casadas. Quiere decir que será lo mismo casarse que no casarse».
«Aquí lo que se está proponiendo es una nueva estructura de la sociedad argentina en sus realidades esenciales. ¡Y esto sí que es un problema serio y que tiene que ser objeto de debate!», exhortó Mons. Aguer. Finalmente, el Arzobispo hizo un llamado para que los temas sean ampliamente discutidos, seguro de que los contenidos de la reforma no representan el sentir de los ciudadanos argentinos. «Hay mucha gente todavía que reconoce lo fundamental de la estructura social y el valor de la familia y la intangibilidad de la vida humana», concluyó.
Con información de AICA.
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